La Autoridad Portuaria de Castellón cerró el pasado 2024 con un beneficio de 12,98 millones de euros. De esta forma, PortCastelló logra así las mayores ganancias netas en sus 123 años de historia.
CASTELLÓN. PortCastelló logra estos beneficios “gracias al aumento de los tráficos, la duplicación de inversiones y una menor cifra de endeudamiento”, tal y como ha explicado el presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, Rubén Ibáñez, durante el Consejo de Administración de la entidad celebrada hoy.
La cifra de negocio también refleja esta tendencia positiva, alcanzando los 26,59 millones de euros, lo que supone un incremento del 3,3% respecto a 2023 y un cumplimiento del 101,42% respecto a las previsiones.
Otro indicador clave es el resultado antes de impuestos, que se situó en 4,25 millones de euros, superando en más de un 500% la previsión presupuestaria inicial. Este resultado implica un crecimiento del 21,43% respecto al ejercicio anterior, muy por encima del promedio del sistema portuario nacional, que se situó en un 10,2%. Este margen refuerza la autosuficiencia económica del puerto, clave para seguir desarrollando inversiones e infraestructuras estratégicas.
Para el presidente portuario, estos datos “confirman la buena salud financiera de PortCastelló y su capacidad para afrontar con garantías los próximos retos”.
El tráfico portuario ha sido uno de los motores de estos buenos resultados. PortCastelló movió en 2024 un total de 17,44 millones de toneladas, un incremento del 10,98% respecto al año anterior, más que triplicando el crecimiento medio del sistema portuario español (2,7%).
Además, los ingresos por tasas de utilización -que incluyen mercancías, buques y pasaje- han alcanzado los 11,26 millones de euros, con un crecimiento del 10,5%, nuevamente por encima de la media del sistema (3,1%).
Las tasas por gestión del dominio público portuario también han mantenido su solidez, con 7 millones de euros por ocupación y 4,7 millones por actividad, en línea con los resultados del ejercicio anterior.
EBITDA
En cuanto al EBITDA, PortCastelló alcanzó los 5,28 millones de euros, un incremento del 11,86%, muy por encima de lo previsto (se esperaba 2,78 millones), lo que demuestra una mejora significativa en la rentabilidad operativa.
El fortalecimiento económico también se refleja en el crecimiento del activo, que aumenta en 28 millones de euros en su componente no corriente, alcanzando los 292,49 millones de euros. A esto se suma una reducción del pasivo no corriente, como consecuencia de la mejora en el nivel de endeudamiento, que se ha reducido respecto al año anterior.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Rubén Ibáñez, ha puesto en valor estos datos de cierre de 2024: “Cerramos con el mejor resultado de nuestra historia, y eso nos genera grandes expectativas hacia el futuro y nos permite mirar al futuro con confianza”.
PortCastelló mantiene las bonificaciones para cítricos y contenedores e incorpora una nueva bonificación para la arcilla en 2026.
La Autoridad Portuaria de Castellón ha aprobado la propuesta de tasas para 2026 con el objetivo de reforzar su compromiso con el desarrollo económico del entorno. Así, se mantiene la eliminación de la tasa al tráfico de cítricos de importación y la bonificación del 40% al contenedor, a las que se suma una nueva bonificación del 5% para el embarque de arcilla.
Rubén Ibáñez ha señalado que estas medidas “suponen una clara apuesta por la protección y dinamización del tejido productivo de la provincia, en especial de sectores estratégicos como el cerámico y el citrícola”.
“El puerto de Castellón quiere ser el puerto natural de salida y entrada para el tejido productivo de la provincia, y para ello ofrecemos condiciones altamente competitivas que no se encuentran en otros puertos del entorno”, ha señalado el presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón.
Rubén Ibáñez ha explicado que la política de bonificaciones que aplica PortCastelló tiene como finalidad facilitar la actividad exportadora e importadora de las empresas castellonenses, favoreciendo su competitividad en un contexto económico exigente.