Así lo apunta el presidente de la APB, Francesc Antich, que asegura que “además de fortalecer la conexión con el continente, tan relevante para nosotros en materia de mercancías y pasajeros, el Corredor Mediterráneo nos permitirá participar en las comisiones que propondrán nueva financiación”.
Los proyectos, que la APB tiene previstos ejecutar en todo caso en la planificación de inversiones del puerto de Palma hasta el horizonte 2030, serán de esta manera “potencialmente financiables por la Unión Europea”, destaca Antich.
De este modo, con las estimaciones actuales, que se irán actualizando periódicamente, las inversiones ascienden a 310 millones y se dividen en tres grandes grupos: infraestructura portuaria, sostenibilidad medioambiental y digitalización.
El primer grupo se centra en el desarrollo y la modernización de las infraestructuras portuarias y las conexiones interiores y accesos del puerto de Palma.
Este grupo cuenta con 275 millones de euros para el desarrollo de muelles y explanadas, viales interiores y accesos a la zona sudoeste del puerto.
El segundo grupo responde a la proyectos de energías limpias y sostenibilidad ambiental.
Con un presupuesto de 25 millones de euros, en este apartado se incluyen infraestructuras e instalaciones para la conexión eléctrica de los buques a tierra (cold ironing), así como sistemas de mejora de eficiencia energética e incluso la desalación de agua con energías renovables para abastecer embarcaciones y terminales.
El último grupo se centra en la aplicación de nuevas tecnologías e innovación y suma un total de diez millones de euros.
Estos proyectos persiguen la transformación de Palma en un puerto digitalizado e “inteligente”, con nueva arquitectura y conexiones con operadores y otros puertos, y un mayor desarrollo de la administración electrónica y la ciberseguridad.
Recuperación de tráficosPorts de Balears persigue la excelencia en el servicio del transporte de mercancías y personas para el abastecimiento y conectividad marítima de las islas. Así, la APB trabaja para dotar a los puertos de las infraestructuras y herramientas que reviertan en la calidad de servicio, la seguridad y el mínimo coste portuario. Estos son, a la vez, factores fundamentales para alcanzar el reto de la recuperación de tráficos, tras el azote de la pandemia.
En este sentido, cabe apuntar que el tráfico total de mercancías en el año 2020 disminuyó en Ports de Balears un 24%, sumando entre enero y diciembre 12,32 millones de toneladas.
La caída más significativa en cuanto a mercancías fue del 57% y correspondió a los graneles líquidos, que sumaron un total de 524.597 toneladas.
Por su parte, los graneles sólidos descendieron un 37%, con un total de 979.245 toneladas en 2020. En cuanto a la mercancía general, el descenso fue del 20%, alcanzando las 10.823.327 toneladas.
Por otra parte, Ports de Balears vela también por contribuir al desarrollo socioeconómico sostenible de Baleares. Para ello, la APB se centra en tres líneas de negocio: sector náutico; reparación y mantenimiento de embarcaciones, teniendo en cuenta que el de Palma es uno de los puertos más importantes del Mediterráneo en este ámbito; y cruceros.
Precisamente, la recuperación del tráfico de cruceros será clave para puertos insulares, tras quedar suspendido por la pandemia del COVID-19 y habiéndose reducido un 94%, en comparación con el año anterior. En total fueron 156.762 cruceristas los que transitaron por los puertos baleares en 2020.Por su parte, las líneas regulares de pasaje vieron reducida su actividad en un 47%, siendo un total de 3.625.70 pasajeros.
En total, tráfico de pasaje descendió en Ports de Balears un 60% durante el año pasado, registrando un total de 3.782.512 pasajeros.