Menú
Suscripción

"Propongo unos Pactos de la Moncloa del sector"

Desde su casa de Vilagarcía y con el puerto bien perfilado de fondo, Julio Carrasco, presidente de ASECOB, no pierde ni un ápice la perspectiva del sector en estos días de dura pandemia. Asume, con resignación, que el sector consignatario siempre es el gran olvidado en el ámbito portuario, al tiempo que plantea la conveniencia de hacer unos “Pactos de la Moncloa” del sector.

  • Última actualización
    28 abril 2020 08:47

Con la pandemia en desescalada y la crisis económica en escalada, ¿cuál es ahora mismo la situación de las empresas consignatarias?

De calma muy tensa. Desde un principio hemos hecho lo indecible para mantener la operativa en los puertos lo más normal posible, con una motivación incluso reforzada sabiendo la importancia de nuestra función, y en general de toda la comunidad portuaria y logística, tanto durante la crisis sanitaria como la económica que ya empieza a despuntar. Y los consignatarios de buques lo seguimos haciendo a sabiendas de que nuestra posición es extremadamente frágil, como sujetos pasivos de tasas y tarifas que posteriormente nos deben reembolsar nuestros principales o clientes de mercancía. Ese equilibrio se está rompiendo y nuestra tesorería no podrá aguantar mucho más. Y todo eso sin contar con la previsible bajada de tráficos.

¿Cuáles son los niveles de actividad en los que están las consignatarias en los puertos ahora mismo y cuáles son las previsiones a futuro?

La competencia nos ha llevado hace tiempo tanto a la diversificación como a la especialización, según las distintas compañías. Las de mayor diversificación en la cadena logístico-portuaria y tráficos están aguantando mejor, de momento, pero sin grandes expectativas, mientras que las especializadas en tráficos de pasaje, turístico, deportivo, carga de proyectos o automoción están sufriendo el impacto desde el primer momento.

¿Cómo valora las medidas adoptadas por el Ministerio de Transportes con respecto al sector marítimo portuario?

Ha habido de todo. Y, naturalmente, aceptamos y asumimos lo que consideramos errores iniciales, no tanto la tardanza a veces en rectificar.

Entendemos que se hayan primado las medidas de garantía de abastecimientos y material sanitario, pero el éxito se ha debido a que tenemos una red portuaria y logística envidiable que lo ha hecho posible y que debemos cuidar.

Me consta la dedicación y entrega de grandes profesionales en la Administración, tanto central como en los puertos, que hubieran querido hacer más, pero se han encontrado con trabas con otros Ministerios con prioridades diferentes.

¿Cómo valora ASECOB las medidas de impulso aprobadas por el Gobierno para el sector portuario?

Las principales preocupaciones iniciales eran el flujo de tesorería, condicionantes de concesiones y autorizaciones y las tasas de atraque o fondeo de larga estancia por fuerza mayor, y esto ha sido paliado en gran parte por el RDL. Ahora toca trabajar en medidas de fomento de la competitividad para afrontar lo que viene y no solo pensamos en tasas. No olvidemos que gran parte de la cuenta de escala consiste en tarifas de servicios; deberíamos aparcar las diferencias, por una vez y hacer unos “Pactos de la Moncloa” en el sector con involucración de todos los actores del sector logístico-portuario, sean empresas privadas, prestadores de servicios o entes de la Administración local y central.

¿Qué medidas de competitividad se demandan?

Lo primero es garantizar el flujo de tesorería. Los consignatarios no podemos actuar como bancos porque no es nuestro trabajo ni tenemos la capacidad. Ojalá las provisiones de fondos fuesen la norma y no la excepción. Y después, aunque ya de cierta urgencia, están las medidas competitivas frente a enclaves vecinos que son competencia directa e indirecta. No han tardado nada en Alemania, Países Bajos o Italia, por nombrar algunos países de nuestro entorno, en adoptar actuaciones de este tipo, pero no solo rebajando tasas, también tarifas de servicios.

“El equilibrio se está rompiendo y nuestra tesorería no podrá aguantar mucho más. Y todo eso sin contar con la previsible bajada de tráficos” 

¿Cuáles son los factores para garantizar la actividad?

La exportación ha sido clave para remontar la última crisis, pero esta vez somos más dependientes del consumo exterior, que a su vez tendrá economías muy frágiles. Pensemos en los buques y transporte de mercancías, pero si estas últimas no son competitivas en el nuevo escenario no conseguimos nada.

En el transbordo, sin embargo, prima la productividad y el coste, por lo que garantizando la productividad con un “punto y seguido” en el conflicto de la estiba y ajustando tasas y tarifas se podrá competir en un escenario de menores volúmenes aprovechando nuestra ventaja geográfica.

No nos engañemos, vivimos en una sociedad de consumo y el condicionante final es el coste del producto, y eso sólo se consigue con aumento de la productividad y reducción de costes fijos.

“Lo que más echo de menos es a mis dos nietiñas”Como empresario, ¿cómo está siendo su día a día durante el estado de alarma?

La mayor parte del tiempo, con teletrabajo desde casa, aunque voy a la oficina un par de veces a la semana y aprovecho para dar una vuelta por los muelles… Es difícil prescindir de algo que, en mi caso, he venido haciendo a diario durante los últimos 47 o 48 años. Es una adicción.

¿Cómo se está organizando el trabajo en su empresa?

Afortunadamente tengo dos hijos, (Iago y Dámaso) ya padres de familia, que son la 4ª generación de la familia Carrasco en el shipping y que honestamente llevan el día a día de nuestra empresa en todos los campos, yo me he convertido más en un consejero o asesor: los años no perdonan, claro.

En cualquier caso tenemos nuestro personal turnándose en teletrabajo porque siempre tiene que haber alguien físicamente en la oficina y en el muelle. Lo llevan muy bien y estamos aprendiendo que el trabajo presencial no es necesariamente imprescindible, nos ha cambiado bastante la perspectiva, sobre todo a mí, que cuando empecé a trabajar el telex parecía un adelanto insuperable.

¿Y en la asociación? ¿Cómo se está estructurando el trabajo en ASECOB?

El día a día de ASECOB está en las manos de nuestro director Julio Fernández, a quien quiero agradecer públicamente su dedicación y arduo trabajo. También se le nota que lo lleva en los genes. Tenemos un Comité Ejecutivo y un subcomité de Asociaciones Provinciales, muy operativos e involucrados y dos vicepresidentes (Iñaki Fraile y Albert Oñate) que son un auténtico lujo. Gracias a ese sensacional equipo la asociación sigue adelante dando un excelente servicio.

¿Con qué se distrae en estos días de confinamiento?

He empezado a ordenar recuerdos, fotos, revistas que guardaba; toco la guitarra y canto, básicamente cosas de los 60, Beatles, etc. y además “voy al cine” todos los días con mi maravillosa mujer, Loli, con la que llevo casado 45 años. Cuando digo que “vamos al cine”, quiero decir que grabo películas, muchas de nuestra época joven, en las distintas plataformas y luego las vemos juntos. Ayer vimos “Midnight Cowboy”.

¿Qué es lo que más le preocupa como persona ahora mismo ante este panorama social que se ha creado?

Sinceramente, y creo que como a todos, mi mayor deseo es que se acaben los fallecimientos, que mejore la salud de la gente en general y también la desconocida profundidad de la crisis económica que se avecina. Vienen tiempos complicados para mucha gente, esperemos que no duren.

¿Qué es lo que más echa de menos estos días?

¡A mis dos nietiñas Gabrieliña (9) y Aliciña (8 meses)! Son dos auténticos regalos, aunque nos vemos por “facetime”. ¡Ah! También echo de menos los “rulos” de los domingos en mi CBF 1000.

Julio Carrasco, en el jardín de su casa con el puerto de Vilagarcía en el horizonte. ¿Qué se echa en falta ahora mismo en cuestiones operativas en un marco claro de restricción de los servicios por la pandemia?

Afortunadamente, algunos problemas se están paliando, como el reparto de EPIs, que en algún puerto importante no se repartieron siquiera al personal de consignación de atención al buque y ahora sí han contado con ellos en general.

Las medidas sanitarias condicionaron mucho los cambios de tripulaciones o el atraque de cruceros, pero recientes medidas comunitarias o el trabajo de Puertos del Estado y Marina Mercante con Sanidad Exterior y Comisaría Central de Fronteras nos han ayudado.

No olvidemos que son medidas también que alcanzan el carácter humanitario, ya que muchas veces se trata de tripulaciones con muchos meses de mar, en ocasiones sin tocar puerto.

“Se habla mucho de la vuelta a la producción local, pero yo creo que será más un ‘near sourcing’, con traslado de manufactura a países cercanos”

En todo caso, ¿tiene también la sensación de que está siendo el sector consignatario el gran olvidado dentro del sector portuario en esta crisis?

Desafortunadamente, ¡estamos acostumbrados! Incluso dentro del sector se habla de armadores y navieros como si siempre estuvieran presentes con sus medios en puertos, y rara vez se habla de los consignatarios, que son sus representantes y quienes en gran parte de las ocasiones buscan la escala y el negocio en sus puertos y ostentan su representación y defienden sus intereses.

En España tuvimos el pasado año más de 170.000 escalas de buques mercantes sujetos a consignación: ¿Cuántos fueron de línea regular? No caigamos en olvidar las escalas de buques tramp, graneles, automóviles, animales, mercancía general, ferries, aprovisionamiento, combustible, proyecto, pasaje y muchos otros

¿Qué cosas van a cambiar para siempre en el sector portuario en general y en el sector consignatario en particular en España por obra de esta crisis?

Sin duda el teletrabajo y el prescindir de viajes y reuniones no esenciales. Y, ojalá, en ello estamos, cambie en medidas de simplificación administrativa y uso de medios telemáticos que han venido para quedarse. Y esperemos que el diálogo.

Si otros países encuentran soluciones pragmáticas a medidas jurídicas garantistas nosotros no podemos quedarnos atrás. La hace tiempo anunciada -y deseada- reforma o adaptación del TRLPEMM es esencial y no puede demorarse más, y hay normativa comunitaria en proceso de redacción o implantación, desde el CAE a la ventanilla única comunitaria que van a ser cruciales.

Y no olvidemos que, para esto, necesitamos más que nunca tener un personal formado y reconocido, y no solo a través de la experiencia. Una formación dual con habilitación o reconocimiento profesional es indispensable y hará aún más atractiva nuestra profesión, que históricamente es altamente vocacional.

“Podría haber una nueva ronda de concentración empresarial, quizá la última, que dependerá si las navieras deciden luchar con las grandes multinacionales del comercio online o aliarse con ellas”

¿Y qué cambiará en el sector marítimo mundial?

Quién sabe. Se habla mucho de la vuelta a la producción local, pero personalmente creo que será más un “near sourcing”, con traslado de manufactura a países cercanos. En cualquier caso, sea con incremento del transporte marítimo de corta distancia o con el transoceánico la actividad continuará, los hábitos de consumo no se pueden modificar tan fácilmente, y otros como los envíos a domicilio están para quedarse. Ahora bien, la competencia va a ser feroz, y podría haber una nueva ronda de concentración empresarial, quizá la última. En gran parte dependerá de si las navieras deciden luchar con las grandes multinacionales del comercio online o aliarse con ellas. Cambios va a haber, sin duda.

¿Para quién puede ser esta crisis una oportunidad?

Como en cualquier otra crisis, habrá ganadores y perdedores vencedores y vencidos, aunque tardará un poco en verse e irá por sectores, aún estamos viviendo de pedidos anteriores a la crisis o demorados por el Año Nuevo Chino y la crisis sanitaria posterior. Quien haya apostado por la diversificación debe ser consciente de que tenemos una crisis como nunca antes a la vuelta de la esquina y, sobre todo, los que tengan la empresa saneada tendrán más oportunidades. Todo esto creo que va a ser un espaldarazo tremendo no ya al transporte, si no a la logística integral.

Y no confundamos representantes con “intermediarios”: nosotros no lo somos, por lo que serán las vicisitudes del consumo, del comercio y los navieros quienes nos dicten las pautas a seguir.