Madrid. Insertos en el devenir del comercio y de la logística global, los puertos andaluces siguen reforzando sus estrategias para dar respuesta a los nuevos retos, marcados por la incertidumbre, la variabilidad de las condiciones y estructuras y una capacidad de resiliencia que va mucho más allá de la mera adaptación y resistencia para convertir a los puertos en agentes flexibles y dinámicos capaces de anticiparse a los cambios.
Para ello, es fundamental contar con infraestructuras diversificadas y con estrategias diversas imprescindibles para responder a cada paso a cada nueva necesidad del mercado.
Los puertos andaluces afrontan así un entorno muy exigente que por un lado requiere de una rápida capacidad de respuesta de cara al foreland y, por otro lado, exige de cara al hinterland una proximidad, una eficiencia y una conectividad que, además, debe cumplir con las nuevas exigencias en materia de sostenibilidad y de innovación.