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Rinio Buttromesso: “El patrimonio portuario debe ser la bisagra que estreche los lazos entre puertos y ciudades”

El crecimiento y la evolución tanto de las ciudades como de los puertos generan importantes puntos de fricción a resolver pero, a su vez, suscitan oportunidades de colaboración con un efecto multiplicador a la hora de estrechar los lazos entre dos entes necesarios e indisolubles.

  • Última actualización
    03 enero 2020 16:00

RETE, Asociación para la Colaboración entre Puertos y Ciudades, actúa decididamente en este ámbito desde hace casi veinte años con especial incidencia en áreas como la preservación del patrimonio portuario, un campo que tiene un enorme potencial para servir de bisagra en el fortalecimiento de las relaciones puerto ciudad.

Para Rinio Bruttomesso, presidente de RETE, en declaraciones a Diario del Puerto, “cuando hablamos de relación puerto-ciudad un tema fundamental es la recuperación de espacios y edificios con importancia histórica y que pueden tener nuevos usos para la ciudadanía”.

Por un lado, afirma Bruttomesso, “desde un punto de vista histórico, estos edificios o espacios aportan identidad a la ciudad y su desaparición supondría una grave pérdida”.

“Por otro, desde un punto de vista patrimonial y económico, son espacios que pueden ser destinados a nuevas actividades y usos y tener un valor que debe ser aprovechado”, afirma el presidente de RETE.

Dentro de este concepto de patrimonio portuario hablamos de tinglados, muelles, edificios singulares, faros y un sinfín de edificaciones de muchos otros tipos que han adquirido valor histórico con el paso de los años pero que, al mismo tiempo, han perdido su uso original y se enfrentan, en el marco de procesos de renovación o dentro de los propios programas de integración puerto-ciudad, al riesgo de su destrucción y eliminación.

“La tentación a menudo es hacer tabla rasa y destruir todo para habilitar nuevos espacios sin condicionantes, pero existe la oportunidad de que de forma mixta se combine lo nuevo con lo antiguo respetando el valor histórico de espacios y edificios. No se trata de conservar por conservar, sino de diseñar planes flexibles donde se atienda al valor histórico y al aprovechamiento patrimonial”, afirma el presidente de RETE.

Sensibilidad

En este contexto, es clave “aumentar la sensibilidad de puertos y ciudades”, algo que se está consiguiendo progresivamente, si bien hay obstáculos importantes.

En primer lugar, según Rinio Bruttomesso, “un obstáculo es la legislación. Es necesario prestar más atención en el ámbito normativo al patrimonio portuario. Se debe actualizar la normativa en los distintos países para subrayar la importancia del patrimonio portuario y con ello reforzar su protección y conservación”.

En segundo lugar, sigue siendo un obstáculo la “concienciación cultural”. Según Bruttomesso, “este es uno de los obstáculos más difíciles de superar. El retraso cultural desde el punto de vista de apreciar el patrimonio portuario es elevado. La ignorancia hace que no se aprecie el valor de determinadas edificaciones o espacios y que sea difícil hacer comprender dicho valor. Se trata de una batalla cultural siempre complicada”.

Por último, surge como obstáculo la cuestión económica, pues reutilizar un espacio existente no siempre comporta un ahorro directo. “La recuperación y rehabilitación de edificios históricos a veces cuesta mucho, pues requiere incluso de alta tecnología, lo que supone un freno”, afirma Bruttomesso.

Optimismo

El presidente de RETE es “optimista” sobre la recuperación del patrimonio portuario. “Ha habido errores por falta de sensibilidad y se ha destruido patrimonio, pero lo viejo era antes un obstáculo y ahora es una oportunidad. Cada vez se apuesta más por trabajar para el futuro conservando huellas del pasado, máxime cuando antes estos edificios solían ser una barrera con las ciudades y ahora pueden ser transformados en elementos bisagra que ayuden a acercar aún más si cabe los puertos a los ciudadanos y estrechar los lazos”.