El Plan de Recuperación 2021-2022 que la Autoridad Portuaria de Barcelona ya ha puesto en marcha, consensuado con todos los agentes de la Comunidad Portuaria de Barcelona, tiene el objetivo de recuperar los tráficos, impulsar la innovación y detectar nuevas oportunidades.
Por su parte, y en esta misma línea, el Plan Estratégico 2021-2025 de la APB gira en torno a estas tres premisas, teniendo como clave reforzar el hinterland, fortalecer los lazos con Asia y desarrollar una estrategia de suelo logístico. El nuevo Plan Estratégico, en el cual está trabajando la APB, se construye pues en base a tres conceptos fundamentales para el enclave: la competitividad, el crecimiento y la sostenibilidad.
Por ello, la APB se alinea con su objetivo de seguir siendo un smart port de referencia, impulsando su crecimiento e incrementando su competitividad a través de la digitalización y el respeto al medio ambiente. En definitiva, se busca garantizar un puerto sostenible socialmente, medioambientalmente y económicamente.
Reforzar el hinterlandEl Port de Barcelona contempla la tendencia actual hacia la relocalización del comercio, de manera que apostar por reforzar su hinterland y las exportaciones se convierten en una parte fundamental del Plan Estratégico. Garantizar la confianza del hinterland va ligado también a expandir el mercado desde las alianzas y la perspectiva geográfica.
Fortalecer los lazoscon AsiaComo clave de futuro, la APB busca fortalecer sus lazos con Asia para incrementar su papel de puerto gateway y conseguir ser el primer puerto de escala de las importaciones procedentes de Asia. Para ello, el enclave tiene el reto de ofrecer suelo logístico a los puertos asiáticos para que vean a Barcelona como una oportunidad de entrada a Europa.
Desarrollar una estrategia de suelo logísticoPara llegar a ser un puerto atractivo para el hinterland, el Port de Barcelona apuesta por mejorar la logística e incrementar el suelo logístico disponible para garantizar al tejido empresarial un espacio en el que poder instalarse en el entorno del Port y, así, acompañar también al desarrollo de la industria. Por ello, uno de los planteamientos de la APB es ir más allá de su área portuaria para poder impulsar nuevas áreas logísticas a través de alianzas.
Competitividad, crecimiento y sostenibilidadLa competitividad, el crecimiento y la sostenibilidad son los tres conceptos que el Port de Barcelona seguirá aplicando en el desarrollo de su actividad y en su Plan Estratégico para el 2021-2025. Activar proyectos e iniciativas que fomenten un servicio eficiente medioambientalmente, garantizar la competitividad del puerto y optimizar su actividady la de sus clientes.Por una parte, la sostenibilidad, que se divide en el área económica, social y ambiental, tiene el objetivo de desarrollar el puerto en línea con la satisfacción de las necesidades del presente, pero sin comprometer la capacidad de la generaciones futuras. Para ganar en competitividad, el Port trabaja para que sus servicios y su oferta sean más eficientes y atractivos que los de su competencia en términos de precio, seguridad, responsabilidad y calidad. Por último, uno de los retos del Port es generar riqueza para su área de influencia, lo cual logrará a través de la competitividad.
TRÁFICOS PORTUARIOSEl Port de Barcelona cerró 2019 con un movimiento de mercancías de 67,7 millones de toneladas, cifra muy superior a los 47,1 millones de toneladas del 2015. Cabe destacar que más de 35 millones de toneladas correspondieron al tráfico de hinterland, es decir, al comercio real de mercancías. A pesar del estancamiento de algunos segmentos, el tráfico de hinterland mantuvo en 2019 la cifra récord alcanzada en 2018.En el apartado de los graneles líquidos, el Port de Barcelona consiguió su mejor registro histórico, sumando un total de 16,1 millones de toneladas.Por su parte, los contenedores, los graneles sólidos y los automóviles cerraron el año en negativo. En el caso de los contenedores, se movieron 3,32 millones de TEUs, un 3,2% menos que el año anterior. A pesar de ello, el 2019 fue el segundo mejor año de la historia del Port de Barcelona en cuanto a tráfico de contenedores. Por su parte, los graneles sólidos supusieron el movimiento de 4,1 millones de toneladas, lo que supuso un descenso del volumen del 3,6% respecto a 2018. Los vehículos sumaron un total de 778.000 unidades, un 4% menos que el año anterior.
2020: PRIMER SEMESTREEn cuanto al primer semestre del presente ejercicio, las exportaciones que se vehiculan a través del Port de Barcelona han aguantado el golpe del Covid-19. Los contenedores llenos de exportación han bajado solo un 3%, en comparación con el mismo periodo de 2019. El impacto de la pandemia se refleja en prácticamente todas las mercancías que se mueven en el puerto catalán, así, el tráfico total ha sufrido un descenso del 18,8% entre enero y junio, sumando un total de 28 millones de toneladas.Por lo que respecta a las previsiones, desde el Port avanzan que el cierre del año se realizará con cifras negativas, aunque confían en que la “incipiente” recuperación de tráficos deje un descenso mucho menor que el del primer semestre.
El Port de Barcelona cerró 2019 con un movimiento de mercancías de 67,7 millones de toneladas, cifra muy superior a los 47,1 millones de toneladas del 2015. Cabe destacar que más de 35 millones de toneladas correspondieron al tráfico de hinterland, es decir, al comercio real de mercancías. A pesar del estancamiento de algunos segmentos, el tráfico de hinterland mantuvo en 2019 la cifra récord alcanzada en 2018.
En el apartado de los graneles líquidos, el Port de Barcelona consiguió su mejor registro histórico, sumando un total de 16,1 millones de toneladas.
Por su parte, los contenedores, los graneles sólidos y los automóviles cerraron el año en negativo. En el caso de los contenedores, se movieron 3,32 millones de TEUs, un 3,2% menos que el año anterior. A pesar de ello, el 2019 fue el segundo mejor año de la historia del Port de Barcelona en cuanto a tráfico de contenedores. Por su parte, los graneles sólidos supusieron el movimiento de 4,1 millones de toneladas, lo que supuso un descenso del volumen del 3,6% respecto a 2018. Los vehículos sumaron un total de 778.000 unidades, un 4% menos que el año anterior.
2020: PRIMER SEMESTRE
En cuanto al primer semestre del presente ejercicio, las exportaciones que se vehiculan a través del Port de Barcelona han aguantado el golpe del Covid-19. Los contenedores llenos de exportación han bajado solo un 3%, en comparación con el mismo periodo de 2019. El impacto de la pandemia se refleja en prácticamente todas las mercancías que se mueven en el puerto catalán, así, el tráfico total ha sufrido un descenso del 18,8% entre enero y junio, sumando un total de 28 millones de toneladas.
Por lo que respecta a las previsiones, desde el Port avanzan que el cierre del año se realizará con cifras negativas, aunque confían en que la “incipiente” recuperación de tráficos deje un descenso mucho menor que el del primer semestre.
La Autoridad Portuaria de Barcelona cerró el ejercicio 2019 con una cifra de negocio de 172 millones de euros y un beneficio de 44 millones, consolidando los crecimientos excepcionales alcanzados en 2017 y 2018. Esta estabilidad en los ingresos se ha conseguido, a pesar de la rebaja del 10% aplicada en la tasa a la mercancía, una de las principales fuentes de ingresos del Port y que supuso dejar de ingresar alrededor de 4,5 millones de euros. La consolidación conseguida en los ingresos se alcanzó también en la capacidad de generación de recursos de la entidad (cash flow), que con 97 millones de euros en el año 2019 permite encarar con solvencia los retos de futuro y las necesidades inversoras del Port de Barcelona.
Por otra parte, en el último año, el Port de Barcelona redujo de forma significativa (-9%) su deuda, que ahora se sitúa en 179 millones de euros y representa únicamente el 12% de los fondos propios. Además, incrementó en un 21% las inversiones del ejercicio, que sumaron 60 millones de euros.