En el centro del Golfo de Bizkaia, equidistante de Brest y Finesterre, el Puerto de Bilbao es una centralidad del Atlántico Europeo, lo que le ha permitido instituirse, desde hace más de 700 años, en privilegiado enlace con los principales puertos, especialmente los de América y el Norte de Europa.
A pesar de las negativas consecuencias del COVID-19 y la huelga de la estiba de finales de 2020 en sus resultados de tráfico y económicos, la Autoridad Portuaria ha implementado medidas económicas para paliar la crisis, ha aprobado inversiones estratégicas que crearán nuevas oportunidades, y ha realizado importantes avances en digitalización, intermodalidad, innovación y sostenibilidad. Todo ello, con el único objetivo de ofrecer soluciones múltiples, eficientes y competitivas para la industria y el tejido económico y social de su área de influencia.