Valenciaport y su comunidad portuaria quieren mostrar su solidaridad con los organizadores del evento y reiterar su compromiso con las Corregudes de Joies para que el próximo año los centenares de personas que acuden a la playa de Pinedo vuelvan a vibrar con estas carreras de caballo que se celebran desde mediados del siglo XIX.
Según establece la tradición, en les Corregudes de Joies, el jinete ha de montar sin silla, tal y como se ha venido haciendo desde sus inicios por parte de los agricultores y labradores de la zona, que fueron los que impulsaron estas carreras en el marco de sus fiestas populares.
El nombre de Corregudes de Joies proviene del premio que se entrega a los ganadores, unos pañuelos de seda grandes que suelen estar colgados sobre las coronas de laurel durante los días de la carrera. Uno de los pañuelos será para engalanar el cuello del caballo ganador y otro para el jinete que se alza sobre el triunfo.
Las Corregudes de Joies datan del siglo XVIII y, en sus orígenes, se celebraban en la huerta al ritmo de tabalet y la dolçaina.