La llegada el próximo domingo del buque “Mein Schiff 2” al puerto de Valencia marcará un punto de inflexión en la evolución de los próximos meses y años en el tráfico de cruceros en la dársena valenciana. Tras el golpe que ha supuesto la pandemia en este sector -que algunos estudios cifran en unos 70 millones de euros-, empresas navieras y consignatarias comienzan a retomar su actividad.
Por de pronto, el 27 de junio a las 8 de la mañana la llegada del buque de TUI Cruises -que realizará otra escala el 11 de julio- será la primera que realice un crucero en el puerto de Valencia desde marzo de 2020. Aunque escalará únicamente con pasaje nacional, el hecho es altamente significativo ya que supone el pistoletazo de salida para que los cruceros internacionales vuelvan a aguas valencianas, un hecho que se espera ocurra a lo largo de julio.
Con todo, desde la Autoridad Portuaria de Valencia consideran aventurado hablar de previsiones, ya que la apertura del mercado español a comienzos de este mes de junio obligó a las compañías navieras a reorganizar rutas y buques, algo que requiere de cierto tiempo de adaptación.
Valencia es un caso paradigmático de esta situación, ya que muchas de las compañías que posicionan sus flotas en el Mediterráneo Occidental habrían trasladado sus buques al Mediterráneo Oriental debido a la buena situación sanitaria de Israel. “A partir de ahora, las navieras deben rehacer sus itinerarios, contratar a las tripulaciones, adquirir suministros para los buques y, lo más importante, poner en venta los billetes”, aseguraba recientemente Francesca Antonelli, responsable de Cruceros de la APV, un hecho este último que no será total por cuanto que la capacidad de los buques oscilará entre un 60 y un 75%.
Apuesta por Valencia
A pesar de lo aventurado que es realizar previsiones, las grandes navieras mantienen su apuesta por el puerto de Valencia, sobre todo los relacionados con destinos del Mediterráneo Occidental, como Francia e Italia, dos destinos que ya han abierto sus puertos al tráfico de cruceros.
EL DATO
70 M€Según algunos estudios, el impacto de la pandemia en el sector crucerístico en Valencia ha supuesto pérdidas globales de hasta 70 millones de euros.
Escala seguraLa llegada del “Mein Schiff 2” a Valencia se produce tras un intenso trabajo de toda la comunidad portuaria y la cadena de valor implicada en el tráfico de cruceros. TUI Cruises, propietaria del buque, ha implementado tanto un Plan de Gestión de la COVID-19 como un Plan de Contingencia. Estos exhaustivos protocolos comprenden la realización de test para tripulantes y pasaje, pruebas a los tres días de comenzar el crucero, protocolos de separación de flujos de movimiento de pasajeros, medidas de distanciamiento social y uso de mascarilla, entre otras medidas.
La oferta de excursiones en Valencia también va a dar un vuelco. Hoy por hoy, las visitas a Valencia por cuenta del crucerista no están permitidas, por lo que se prevé una oferta de itinerarios burbuja, preferentemente en zonas al aire libre.
La consignación de la escala del “Mein Schiff 2” corresponde a la firma Erhardt y Cía, compañía que en los últimos años ha reforzado su apuesta por este tipo de tráfico.
La Autoridad Portuaria de Valencia ya trabaja para que la vuelta de los cruceros internacionales sea todo un éxito después de más de un año sin buques de este tipo. Foto: DP. Un tráfico sostenibleLa Autoridad Portuaria de Valencia quiere retomar el tráfico de cruceros, y lo quiere hacer de manera sostenible. Para ello, tiene en marcha dos proyectos que van a propiciar que la escala de grandes cruceros en la dársena valenciana se hagan con todas las garantías ambientales.
La APV ya ha comenzado el proceso para la construcción de una subestación eléctrica en el puerto de Valencia, que propiciará que los buques apaguen sus motores durante sus escalas, reduciendo así a cero sus emisiones contaminantes. El próximo 28 de junio se cierra el plazo de la presentación de ofertas para la prestación del servicio de dirección de obra, paso previo a la licitación de las obras de la propia subestación, un proyecto donde está prevista una inversión superior a los ocho millones de euros.
Por otro lado, la Autoridad Portuaria de Valencia ya ha adjudicado la construcción y gestión de la nueva terminal de pasajeros a Baleària, que ha presentado un proyecto que garantiza que el 100% de la energía eléctrica necesaria se producirá en las propias instalaciones y será de origen renovable: fotovoltaica, eólica, hidrógeno renovable o biocombustible. La estación marítima funcionará con cero emisiones contaminantes y apostará por la economía circular. La nueva terminal de pasajeros, destinada tanto a líneas regulares de ferris como a cruceros, ha sido diseñada para convertirse en un referente de sostenibilidad en el entorno del puerto de Valencia y generar valor añadido a la fachada marítima.
La Autoridad Portuaria de Valencia recaudará unos 70 millones de euros por las tasas preceptivas de buques, pasajeros y mercancías que generará la nueva terminal de pasajeros del puerto de Valencia.