BARCELONA · El Muelle Barcelona Norte ha vivido esta tarde un momento histórico. Con el World Navigator de la compañía Mysteri Cruises zarpando alrededor de las seis y media de la tarde, se ha cerrado la actividad comercial en esta terminal del puerto de Barcelona. Este cierre, sumado al que ya tuvo lugar en abril de este año de la terminal de ferrys del muelle Barcelona, se desplazan las 340 escalas anuales que acogían las dos terminales al muelle Adossat. El presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona, Lluís Salvadó, ha explicado estos cambios para satisfacer tres objetivos.
El primero de ellos es abrir la zona a la ciudad. Pero esto no pasará hasta que finalice la Copa América, en octubre del año que viene. Será entonces cuando se empiecen a desarrollar los proyectos para urbanizar la zona y transformarla en un espacio de paseo para los ciudadanos. Así, durante el próximo año, el muelle Barcelona atenderá las necesidades de los equipos que compiten en la Copa América.
El segundo objetivo del cese de la actividad comercial en el muelle Barcelona es alejar las emisiones derivadas de la actividad comercial a 3 kilómetros de la ciudad, donde se encuentra el Muelle Adossat, y donde estarán todas las terminales de cruceros a partir de 2026, cuando también se cierre la terminal del muelle Barcelona Sur.
Finalmente, el tercer objetivo del Port de Barcelona es mejorar la calidad y prestación de servicios de sus terminales, unos estándares que cumplen mucho mejor las terminales del muelle Adossat que las del muelle Barcelona.
Lluís Salvadó ha recordado que “el cierre del muelle Barcelona Norte es un nuevo paso para el cumplimento del acuerdo firmado en 2018 con el Ayuntamiento de Barcelona para eliminar las externalidades negativas que esta actividad pueda causar a los ciudadanos”.