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Menos azufre, más tecnología

Los nuevos límites de emisión de azufre a partir de 2020, la digitalización, la Nueva Ruta de la Seda o las rutas de transporte marítimo más cortas gracias a un Ártico cada vez más abierto a la navegación por los efectos del cambio climático, o las limitaciones económicas y físicas en la construcción naval, que pueden afectar a la tendencia hacia buques portacontenedores cada vez más grandes, figuran actualmente entre algunos de los principales temas de debate relacionados con el transporte marítimo. La logística marítima ocupará también un destacado protagonismo en Transport Logistic 2019.

  • Última actualización
    03 junio 2019 12:49

A partir del 1 de enero de 2020 se aplicará por parte de la Organización Marítima Internacional (OMI) un límite global de azufre del 0,5% en el transporte marítimo que tiene como objetivo reducir el impacto ambiental. Ello conlleva considerables costos adicionales e inversiones a las que, por sí sola, la industria del transporte marítimo no puede hacer frente. “Los clientes deben asumir una parte de los costos adicionales”, defiende Christian Denso, jefe de Comunicaciones de la Asociación de Armadores de Alemania.

La proporción que podrá alcanzar esta cantidad dependerá de los costos reales del combustible, difíciles de predecir en este momento. Navieras como Hapag-Lloyd prevén que el costo de una tonelada de combustible con bajo contenido de azufre oscile aproximadamente entre los 150 y los 250 dólares. La compañía alemana espera que el flete promedio mundial se incremente entre 80 y 120 dólares por TEU; es decir, aproximadamente un 10%. La posibilidad de que estos costos adicionales puedan ser transferidos a los clientes, y en qué medida pueden serlo, será objeto de debate en el programa de conferencias MariLOG de Transport Logistic 2019.

Nuevas rutas

Por otra parte, los cambios en el transporte marítimo también se están produciendo en tierra. Varios hubs portuarios buscan conectarse a la Nueva Ruta de la Seda entre Asia y Europa, “un desarrollo interesante que puede dar un nuevo impulso a la globalización de la economía”, según Robert Howe, director general de Bremenports, quien no se muestra en absoluto preocupado por la competencia procedente de la carretera. “Se estima que podrían transportarse aproximadamente 100.000 contenedores por carretera a través de la nueva ruta de transporte en 2020, lo que se corresponde con la carga de cinco buques portacontenedores de la actual generación actual”, señala Howe.

En comparación, tan sólo en el puerto alemán de Bremerhaven se mueven anualmente unos 5,5 millones de contenedores. Por su parte, el Puerto de Rotterdam también espera con confianza la Nueva Ruta de la Seda. “Rotterdam es el inicio y la última etapa natural de la Ruta de la Seda”, sostiene Emile Hoogsteden, director de Contenedores de Breakbulk & Logistics en el Puerto de Rotterdam, quien defiende Belt and Road del Gobierno de China como una iniciativa “muy buena” para el puerto holandés.

Por otra parte, también están surgiendo nuevas oportunidades en el extremo norte. “Si el Ártico está en su mayor parte libre de hielo en el futuro, ello hará posible rutas de transporte marítimo más cortas”, dice Howe. Por ese motivo, por ejemplo, Bremenports está involucrado en el desarrollo de un nuevo puerto en el noreste de Islandia junto con socios islandeses.

Tamaño

Por otra parte, el tamaño de los buques parece haber alcanzado ya su punto máximo, como apunta Axel Mattern, director de Marketing del Puerto de Hamburgo, que asegura que “los expertos coinciden en que incluso los buques más grandes ya no tienen sentido económico”. Además, la construcción de acero parece estar llegando a sus límites físicos con buques portacontenedores de 400 metros de eslora y 60 de manga.

Por si fuera poco, el número de accidentes en los que han estado involucrados megaportacontenedores ha aumentado recientemente. Entre los casos más señalados, destaca el sufrido por el “MSC Zoe” el pasado mes de enero, con la pérdida de hasta 270 contenedores en el Mar del Norte. Con más de 394 metros de longitud y una capacidad de carga de 19.000 TEUs, es uno de los buques portacontenedores más grandes del mundo.

Por otro lado, se están alcanzando nuevos hitos en digitalización. “El diseño de rutas en función de la meteorología, el modo automático y la planificación electrónica del tráfico contribuyen cada vez más a la tecnología inteligente a bordo y en tierra”, dice Christian Denso.