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Misterios y novedades

Es tiempo de grandes misterios. De profundas reflexiones. De cavilaciones en noches de “ojiplático” insomnio. ¿El trineo de Santa Claus y los camellos de los Reyes Magos pueden circular por el centro de Madrid?

  • Última actualización
    27 diciembre 2018 12:18

Si los juguetes y los regalos son para quienes se portan bien, ¿por qué siempre les caen a los mismos niños pera, tiranos absolutos, egoístas esféricos y sobrados de todo? Te portes como te portes, la trompeta de plástico siempre te cae a ti y la bici a él. La bici o el unicornio que defeca bolas de purpurina, que según dicen es el producto estrella en el mundo mundial para este año. Ahí les dejo el aterrador dato. Por encima de todo eso, el misterio de los misterios, lo que de verdad nos encoge el alma y parte del cuerpo estos días navideños es que no sepamos qué les pasa en la boca a las voces en off de los anuncios de colonia. Supongo que, en cuanto acaba el anuncio, escupen, porque esa forma de hablar con la ge sólo se entiende si luego esputas. ¿Porqué no se quitan antes de empezar la carraspera, o escupen el chicle? ¿Es eso sexy o molón o ambas cosas? Que no te entiendan al hablar una vez que tienes esos cuerpos que salen en los anuncios de colonia, ¿es mucho mejor? Nunca lo entenderé.

Más misterios. Si nuestros logísticos son lo más de lo más de estresados y trabajadores de la muerte. ¿Por qué en los despachos de alta dirección estos días no hay otra cosa que el eco, algún matojo rodante y en ocasiones algún lejano aullido? Supongo que esto tampoco lo sabremos nunca. Y año tras año, en infinita espiral, cuando vuelvan estas fechas, volveremos a plantearnos estas dudas. Quedarse a trabajar entre fiesta y fiesta y más fiesta, hace que a veces la mente pierda el norte y, libre al fin de rutas impuestas, desvaríe hacia donde su albedrío le lleve. Y nos lleva al sector. A las muchas y muy nuevas noticias que tendremos en 2019. Habrá, aunque no se lo crean, conflictos con la estiba, injusticias con el transporte por carretera, parálisis en la toma de decisiones durante meses, primero porque se acerca y luego porque se aleja un nuevo periodo electoral. La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia seguirá dando por saco, poniendo multas millonarias que cuestan al sector cientos de miles de euros en abogados, para que luego la CNMC acabe por no cobrar ni un duro, aunque incordiar, ya lo creo que incordian. ¡Ah! Y además, 2019 será el año de la ZAL de Valencia. Y el año en el que nos toque la lotería. Flipa. Todo ello es lo nunca visto. Lo más de lo más nuevo. Les puedo garantizar que en nuestros 25 años de vida hemos publicado esos mismos temas casi cada año. Somos los mismos, alguno más y muy pocos menos, hablando de lo mismo, con las mismas esperanzas de que el año que viene, por fin… sí. Aún así nos sigue gustando contarles los matices diferenciadores, los detalles nuevos. Y recrearnos en lo que no cambia. Como que hemos de ser más alegres en la logística, en función del privilegio que supone trabajar en un sector tan apasionante. Y que hemos de dejar de inventar problemas y trabas a un sector que si lo dejan en paz… tiene un futuro rotundo.

No la caguemos. Y si lo hacemos… que sean bolas de purpurina.

Cuidemos el futuro. Al fin y al cabo vamos a vivir ahí el resto de nuestra vida. Feliz año nuevo, amigos.