No hay muchas personas que puedan presumir de tener una medalla olímpica y audiencias de un 40% de share como presentador de televisión. En España, sólo hay una. Juanma López Iturriaga (Bilbao, 1959) está aun más alto que antes, porque ha empezado a caminar estirado, y entre eso, el pelazo y su ya prolongado éxito como youtuber con ‘Colgados del aro’ cuesta creer que se hayan celebrado diez Juegos desde Los Ángeles. Itu, de corto o de largo, fue una constante en las dos décadas en que España caminó de la mano, la liberación de los 80 y la euforia de los 90.
      PREGUNTA.  Debes saber que Google te considera presentador de televisión y no jugador de baloncesto.
          
   RESPUESTA. Creo que siempre ha habido una disonancia entre cómo me reconoce la gente y lo que yo creo que ha sido mi vida. Recuerdo, cuando llevaba dos o tres años en la tele después de retirarme, que fui a jugar un partido de veteranos del Madrid y, en el descanso, se me acercó un chaval y me dijo: “¿Tú qué haces aquí? Si eres el presentador de ‘Inocente, inocente’”. Me había retirado hace dos días, pero es lógico. La gente tiene su vida, sus recuerdos y no está pendiente de ti todo el rato. En realidad es bonito. Me para gente de 45 años para arriba para hacerse una foto porque recuerda la final de Los Ángeles, estos todavía siguen siendo mayoría, y también chavales jóvenes porque me ven en YouTube.
          
       PREGUNTA.  Eres como los juegos Educa, de 0 a 100 años.
          
   RESPUESTA. Un poco y me lo tomo como algo bueno. Vivimos en un mundo tan fragmentado y nuestra atención está en nichos de información y de entretenimiento tan concretos que considero una virtud haber sido capaz de ser, digamos, transversal, que me pueda parar por la calle una señora de 75 años y un chaval de 18. Me mola, la verdad.
          
       PREGUNTA.  Pero tú te consideras jugador de baloncesto.
          
   RESPUESTA. Hombre, a ver, creo que lo más impactante que he podido hacer en mi vida es ser jugador de baloncesto del Real Madrid, haber sido internacional y, sobre todo, haber sido protagonista en uno de los momentos que cambiaron la historia del deporte en nuestro país. No sólo nosotros con la plata de Los Ángeles 84, sino una generación de deportistas. España, a principios de los 80, era bastante casposa deportivamente y unos pioneros empezaron a cuestionar todo eso, sobre todo el derrotismo que nos rodeaba.