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100 días

El 5 de febrero de 2020 aún vivíamos felices y un tanto despreocupados. Con los problemas de siempre, que no eran pocos ni irrelevantes pero que a la luz de hoy nos parecen tan insustanciales y añoramos tanto.  El 5 de febrero de 2020 la humanidad vivía en otra era, aunque la palabra “coronavirus” ya empezaba a colarse por los poros de los que creíamos sólidos pilares de hormigón de nuestra civilización.

  • Última actualización
    18 mayo 2020 14:42

Unos días antes, el 30 de enero, mi compañero Fernando Vitoria ya veía en su “Ojo Avizor” al “coronavirus” como firme candidata  a encabezar el ranking de las palabras más buscadas de Internet en 2020. Cuatro días después, el 3 de febrero, una información de Miguel Jiménez en este Diario alertaba de la “inquietud en el sector logístico ante el impacto en el comercio internacional del coronavirus”, por mucho que Fernando Simón, “de acuerdo con la directriz fijada ahora mismo por la OMS”,  desaconsejara entonces “la aplicación de restricciones comerciales o de viajes a China, Tailandia, Japón o Corea”.

Siguiendo con la cronología de estos días iniciales del coronavirus, cuyo sentido, apenas tres meses después,  queda absolutamente desfigurado por la incesante catarata de informaciones que nos hemos visto forzados a digerir, recuerdo perfectamente aquel 5 de febrero en la Berlín Messe, en una Fruit Logistica a la que para acceder se debía cumplimentar un formulario negando tener cualquier síntoma ligado al entonces llamado “2019-nCoV”.

Era la primera jornada de la feria y tras un primer recorrido de reconocimiento  por los pabellones, en el que comprobé el vacío dejado por los expositores chinos en sus stands, reconocí a Rolf Habben Jansen en el stand de Hapag-Lloyd. 

Ya había coincidido con él en Múnich en una Transport Logistic, por lo que accedió amablemente a que le entrevistara. 

La incipiente crisis del coronavirus ya era seguida de cerca por las principales navieras especializadas en el transporte de contenedores, aunque sólo se limitaba a China. Preguntado por ello, Rolf Habben Jansen respondió que “la situación creada con el coronavirus en China tendrá impacto, aunque aún no sabemos cuánto” y confiaba en el aislamiento de la enfermedad “más pronto que tarde” para posibilitar la consiguiente normalización de la actividad logística. “Espero que 2020 sea algo mejor, aunque este año tenemos la incertidumbre creada alrededor de China con la crisis del coronavirus”, me dijo entonces con una media sonrisa en el stand de Hapag-Lloyd en la Fruit Logistica de Berlín.

El CEO de Hapag-Lloyd, Rolf Habben-Jansen, me dijo el 5 de febrero en Berlín que la incertidumbre creada en China  por el coronavirus tendría un impacto difícil de cuantificar. 100 días después, cualquier viento favorable es bienvenido

Exactamente 100 días después, el CEO de Hapag-Lloyd presentaba los resultados del primer trimestre de 2020, en el que la naviera alemana aún navegaba con “viento de cola” y que confirman sus pronósticos de ganancias para el presente ejercicio,  en medio de la pandemia de covid-19,  aún con las incertidumbres actuales y bajo la premisa de que “la pandemia alcanzará su punto más álgido en el segundo trimestre para dar paso a una recuperación gradual de la economía global en la segunda mitad del año”. 

A pesar de que, de no producirse una más temprana y vigorosa recuperación de la demanda en el mercado del contenedor no será posible alcanzar estas previsiones optimistas, al menos el panorama para la industria no parece en principio, a tenor de las expectativas mostradas 100 días después por Rolf Habben Jansen, tan desolador como hace semanas pudiera parecer. En medio de la tempestad, cualquier momento de calma, cualquier atisbo de viento favorable es bienvenido para poder recobrar la confianza en salvar el barco y la tripulación.