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Logístico

Albert Oñate
  • Última actualización
    04 abril 2025 05:20

Puertos del Estado ha publicado las estadísticas del año pasado, y entre una detalladísima información de tráficos discriminados por autoridades portuarias, tipos de buque y de embalaje, he querido destacar y resaltar en el título del artículo, el número de buques escalados en puertos españoles durante el año 2024.

Quiero poner en contexto esta cifra y darle el valor que se merece. Para muchos de nosotros el recibir barcos forma parte de nuestra cotidianeidad, y no nos sorprende ni nos impacta. Pero es bueno que sea conocido para otros sectores logísticos y empresariales y la ciudadanía en general, el impacto que tiene la actividad portuaria en la economía y en nuestra vida diaria. Volviendo a la cifra, supone un incremento del 1% sobre los buques escalados el año 2023. Cada día en nuestros 46 puertos agrupados en 28 autoridades portuarias, escalan más de 450 buques transportando pasajeros, cruceristas, mercancía rodada, graneles sólidos y líquidos, contenedores, automóviles, y productos químicos entre otras muchas mercancías. Y en esta cifra, no se incluyen los buques pesqueros, los recreativos, naves de la Armada y de otros cuerpos de la seguridad del estado, prácticos y remolcadores, que completan el paisaje de nuestros puertos peninsulares e isleños.

Si tomamos cada buque como una unidad de negocio, será mucho más fácil que podamos calibrar la importancia del sector del transporte marítimo en nuestra economía. En cada una de las más de ciento sesenta y seis mil escalas que transportan pasajeros o mercancías, cada buque ha de liquidar las tasas portuarias y precisa además de la utilización de servicios de consignatario, practicaje, remolcadores, amarres y aduana, dinamizando la actividad de las ciudades que acogen los puertos, y siendo un generador destacado de puestos de trabajo.

España es uno de los países con mejor conectividad marítima del mundo

El transporte marítimo mueve un 90% del comercio mundial, y una gran parte de lo que tenemos en nuestras casas, de lo que vestimos, de lo que comemos y con lo que nos entretenemos, ha sido transportado en un barco. No olvidemos que España es uno de los países con mejor conectividad marítima del mundo, hecho que facilita el comercio a nuestro tejido empresarial, y les proporciona un plus de competitividad para acceder a los mercados internacionales.

No todo es bonito ni perfecto en nuestra actividad. Una de las asignaturas pendientes en muchos puertos, es que parte de la ciudadanía nos ve como una actividad ruidosa, contaminante e incómoda por el tráfico pesado que conlleva, y no dejan de tener parte de razón. Y debemos seguir trabajando incansablemente por mejorar la integración puerto-ciudad, que es uno de los retos mas urgentes que debemos afrontar. El rechazo a la actividad de los cruceros en muchos puertos es una muestro de todo esto, y debe llevarnos a que hagamos pedagogía, aunque nos de la impresión que predicamos en el desierto.

El transporte marítimo contamina y sigue suponiendo casi un 3% de las emisiones globales de gases de efectos invernadero. La normativa internacional y en concreto la europea obligan a los navieros a enormes inversiones, en la búsqueda de motores más eficientes y combustibles menos contaminantes.

Tímidamente, se va avanzando en que los buques estén conectados a redes eléctricas verdes, durante su estancia y operativa en puerto, y en breve todos los buques que naveguen por el Mediterráneo, deberán bajar su nivel de azufre en el combustible que utilicen, para cumplir con la nueva reglamentación de la OMI.

Con respeto y contaminando menos, pero los barcos deben seguir navegando por el mundo.