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Argumentos nimios

Nadie dijo que iba a ser fácil. En este sector nuestro las alegrías duran lo justo, tanto como para que apenas nos dé tiempo a paladear el sabor de esas pequeñas victorias que nos dan la vida en el día a día.

  • Última actualización
    05 febrero 2020 18:10

Los tráficos que hoy llenan los buques en un puerto, se desvanecen en cuestión de días para engrosar las estadísticas de otro recinto portuario. Los factores que influyen en las personas que toman decisiones son múltiples, incluso pueden llegar a tener un cariz más personal, pero todos ellos configuran lo que se ha venido a llamar el libre mercado, una jungla en la que no sólo tienes que ser mejor, sino que además tienes que serlo en todo.

De nada sirve ser más baratos si el servicio no es bueno... y viceversa. Siempre habrá quien valore un aspecto más que otro, pero al final el mercado pone a cada uno en su sitio.

Y por no reducir este dilema casi a lo absurdo, conviene señalar que, en el caso marítimo-portuario, influyen notablemente en las decisiones decenas de circunstancias tales como las situaciones sociopolíticas de las regiones, las tendencias del mercado, los intereses creados e incluso el estado de ánimo de la persona que toma este tipo de decisiones en una parte del mundo, aunque viva a miles de kilómetros de distancia. Conviene estar preparados y no colocar todos los huevos en la misma cesta en previsión de lo que pueda venir.

La Universitat Politècnica de València presenta hoy a los medios de comunicación un estudio que ha elaborado el Instituto de Transporte y Territorio (ITRAT) en torno a la sostenibilidad, efectos socioeconómicos y necesidades que va a generar la nueva terminal de contenedores de la Ampliación Norte de Valenciaport.

Me atrevo a pronosticar que los resultados van a ser contundentes, tanto como para que vuelvan a parecer ridículos aquellos que esgrimen argumentos nimios o apoyados en una serie de convicciones que poco tienen que ver con la realidad social y las necesidades que en este sentido tiene la economía en su conjunto.

Da igual, como les decía al principio, siempre existirán condicionantes, argumentos y motivaciones para seguir echando porquería por encima de todo lo que suene a progreso. En fin.