Al escribir sobre nuestro Aniversario, como cada año, nos viene a la mente aquello de “bien o te cuento”. Hoy, ya me disculparán, me ha dado por lo segundo. No recuerdo lo que hice hace dos días, pero nunca olvidaré aquellos días de finales de octubre de 1993, previos a la salida del primer número de Diario del Puerto. En aquellos tiempos ya había estado siete años informando día a día de nuestro sector. Mis ganas de hacer las cosas de otro modo me llevaron a empezar de cero. Ofrecer la información como quería ofrecerla, no se podía hacer sin ayuda. Los puntales del equipo que se formó entonces siguen, por suerte, hoy, a mi lado. Pero la auto-exigencia era y es máxima y necesitábamos más ayuda técnica y humana. Hoy una treintena de profesionales de la comunicación logística, que atesoran la friolera de 420 años de experiencia, sustentan Diario del Puerto. Creo que son extraordinarios profesionales. No tengo ninguna duda de que son los mejores. Sé que la logística es muy exigente porque a la logística le exigen al máximo. Sencillamente: tenemos que estar a la altura.
Vamos a seguir matándonos, todos y cada uno de los integrantes de este incomparable equipo, por la excelencia que el sector demanda y merece. Y lo haremos redoblando la lucha contra la duda que nos asalta de vez den cuando: ¿Vale la pena luchar por la excelencia? ¿Se valora, reconoce y recompensa suficientemente? En esta España nuestra de la chapuza perpetua, de la picaresca ancestral, del politiqueo y el favoritismo… ¿vale la pena esforzarse contra viento y marea por hacer las cosas bien? Ayer cumplimos 27 años de vida. Es innegable que estamos profundamente orgullosos y felices de haber llegado hasta aquí y, sobre todo, como siempre digo, de haberlo hecho a nuestra muy singular manera, con total profesionalidad y honestidad. No puedo negar, ni quiero, que nuestro Desayuno Informativo de ayer fue otra cosecha concreta y rotunda de reconocimiento a nuestra labor. Un total de 501 directivos aceptaron nuestra invitación a la información directa y de máximo valor. Se inscribieron en el evento directivos y empresarios logísticos, presidentes de las principales asociaciones empresariales, sindicatos, la práctica totalidad de las autoridades portuarias de España, alguna del extranjero, representantes de todos los más importantes sectores productivos, cargadores, diputados, gobiernos autonómicos, consultoras españolas y extranjeras, aeropuertos, universidades, grandes empresas de distribución… ¿Cómo no estar orgullosos? La predisposición y amabilidad de los ponentes, los presidentes de los principales puertos de la España Peninsular, fue digna de destacar. Vuelvo a dar las gracias a Mercè Conesa, Aurelio Martínez, Gerardo Landaluce y Ricardo Barkala. Además, y no menos importante, los más que numerosos mensajes de felicitación y ánimo de nuestros Socios Suscriptores, de nuestros amigos, nos han cargado de fuerza. Gracias. De verdad.
Por todo ello, en justa correspondencia a lo vivido en nuestro Desayuno Informativo, concluimos que hemos de seguir siendo tan profesionales y honestos como nos exige aplausos como el de ayer; aunque salir adelante así, y más en esta época, créanme, es jodidamente difícil. Con mucha satisfacción personal, pero jodidamente difícil. Lo que les que les quiero decir es que ante las pequeñas dudas que a veces surgen sobre si hacer la cosas así vale la pena, ayer todos nuestros indispensables hermanos de la familia logística, nuestros queridos Socios Suscriptores, nos gritaron a coro que sí, que vale la pena. Muchísimas gracias. Seguimos pues.