Tengo tendencia a quedarme en el agujero. Se está muy bien con mi estufita y mi tele, con la tranquilidad que da el estar oculto, lejos del mundanal ruido. Pero hasta ahí me llegan los ruiditos de los eventos y, claro, me he de asomar. Todavía no se han apagado los ecos de la celebración del XXV Aniversario de Diario del Puerto, donde parece que todo el mundo quedó encantado. Buenos casi todos. Dicen que en las bromas hay siempre algo de verdad.
Así lo creo. Y han sido muchas las ¿bromas? de directivos de empresas logísticas de distintos grandes puertos que han reclamado conseguir, algún día, un Premio como los entregados a Roberto Arzo, Roberto Bartolomé, Eva Miquel, Marta Villalonga, Rocío García y Núria Burguera. Me dicen los del Diario que les encanta que se les dé tanta importancia a esas distinciones. La alegría de los premiados y la no alegría de los que se consideran premiables, han puesto a los premios por las nubes. Ríete tú del Balón de Oro. Quizás en el futuro haya más premios. Lo que está claro es que no habrá para todos, más allá, claro, del cariño de los chicos y chicas de Diario.
Y según venteo, no es esta celebración la única de estos días. Valencia celebró su contenedor 5.000.000, Castellón prepara su fiesta por pasar los 20 millones de toneladas… además de los tradicionales cócteles de Navidad que surgen aquí y allá, autoridades portuarias incluidas.
Me vuelvo a mi agujero, aunque el ambiente aquí fuera me tiente a seguir unos días por estos lares. Además, en la madriguera se mueve uno fatal con el gorrito puntiagudo de fiesta. Y tampoco me lo quiero quitar. Ver a la familia logística sonreír siempre mola. ¿Verdad?
