Menú
Suscripción

Cómo celebrar 150 años

El implacable paso del tiempo tiene también sus partes positivas. Una de ellas es que ya podemos comparar. Cienes y cienes de saraos, celebraciones, cócteles y derivados hemos podido vivir y sobrevivir en estos 33 años de observación diaria del sector.

  • Última actualización
    24 octubre 2019 17:09

El evento que se llevó a cabo en el impresionante Palau de la Música Catalana, para celebrar el 150 aniversario del Puerto de Barcelona, tuvo algunas singularidades que se nos antoja justo y necesario compartir. La celebración tuvo lo más importante: fue ágil y amena, con algo tan de agradecer como que hubiera un único discurso, breve, preciso y especialmente elegante, a cargo de la Presidenta de la Autoridad Portuaria de Barcelona, Mercè Conesa.

En  lectura más profunda, caben destacar algunos matices. Llamativo resultó el máximo protagonismo que se le dio en los vídeos explicativos a la relación del Puerto con la ciudad. El Port Vell, la parte más ciudadana del Puerto, estuvo más que presente. No es casual, como sospeché primero y confirmé después. La relación con el entorno ciudadano no es un problema exclusivo de este o aquel puerto. Es algo especialmente delicado en todos los puertos, aunque es cierto que en unos menos, en otros más, y en otros demasiado. Pero el dato está ahí: La creciente importancia que se le da al medioambiente, a los parajes naturales, a la sostenibilidad, unido a la también creciente demagogia y mediocridad imperante en buena parte de nuestra clase política, hace que el cuidado de esa relación con el entorno inmediato de los puertos sea algo que ha pasado de importante a vital.

Otro aspecto digno de subrayar es el muy amplio espectro de instituciones locales, autonómicas o estatales a las que se dio protagonismo en esa velada de fiesta y celebración. En esa misma línea de crear Comunidad Logística con mayúsculas, el apartado de agradecimiento y reconocimiento no se olvidó de nadie. Ex presidentes del puerto, ex directores generales, comité de empresa, asociaciones empresariales, portuarios, instituciones colaboradoras… todos subieron al escenario para subrayar que un puerto es amplio en muchos aspectos. Si se habla, como se habló en la noche del pasado miércoles de los 40.000 puestos de trabajo que genera el Puerto de Barcelona, imprescindible resulta recordar que eso no se alcanza sin la participación de muchos y muy variados colectivos, asociaciones e instituciones. Nunca, en este tipo de eventos, se había abierto tanto el espectro de aquellos que forman la comunidad portuaria. Y no era justo. No cuesta nada dar las gracias.

Por lo demás, celebrándose el evento pocos días después de los peores disturbios vividos en Catalunya en su historia reciente, existía la expectación humana de ver si Mercè Conesa, única autoridad que se dirigió al amplio auditorio, trataba algo, poco o mucho del conflicto político  que nos ocupa y preocupa a todos. Aparte de que la mayor y más espontanea ovación de la noche se produjo cuando Conesa nombró al ex conseller Josep Rull, llamó la atención la total elegancia de sus palabras, la inclusión que hizo de todos los gremios e instituciones y la rotunda polivalencia que otorgó al diálogo. Los 150 años del Puerto de Barcelona son 150 años de diálogo, dijo. 

La reunión del miércoles, donde se dieron cita lo más esencial del presente del Puerto de Barcelona, y de su pasado inmediato, fue básicamente un ejercicio de memoria y reconocimiento. Si a esos ingredientes le añadimos la citada inmensa dosis de elegancia del mensaje de su presidenta, el diálogo y el entendimiento son inevitables, y con ellos el progreso. Que así sea.