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Cumpleaños muy infeliz

  • Última actualización
    12 abril 2024 05:20

El ser humano cuenta con una gran capacidad de olvidar, ya sea por la degeneración neuronal propia de la edad o por cuestiones de pura supervivencia. A esto hay que añadir el esfuerzo de algunos en querer cambiar, con un relato a la carta, la verdad de lo que pasa y de lo que pasó.

Con todo esto, no podemos tener mucha esperanza de que dentro de unos años recordemos o sepamos la verdad de por qué se retrasó un siglo la A-3 Madrid – Valencia, por qué no hay AVE Barcelona – Valencia, por qué la ZAL del Puerto de Valencia tiene un retraso tan brutal en su puesta en marcha o por qué se tardó tanto en darle uso a una Ampliación Norte concluida varios lustros antes.

Sigo creyendo que, al lado de la placa de inauguración de determinadas infraestructuras debe figurar, junto al nombre de quien la inaugura, los nombres a los que hay que agradecer que esa infraestructura no se hubiera puesto en marcha, cinco, diez o cincuenta años antes. Un documento en el que se indicara, por ejemplo: “Esta terminal se inaugura 20 años después de lo previsto, con una pérdida de 5.000 millones de euros en salarios, gracias a la insistencia de Fulano, Mengano y Zutano, que siempre avisaron de que su puesta en marcha supondría la pérdida de calidad reproductiva de los vecinos, la muerte de nuestros hijos y la desaparición de toda la flora y la fauna de la Comunidad Valenciana”.

Partiendo de que esto, y cosas peores, se han publicado, me parece necesario que se haga justicia a estos paladines, a estos seres omniscientes que, por encima de todos los informes técnicos, jurídicos, económicos y medioambientales, vieron con claridad meridiana que la puesta en marcha de esa infraestructura traería consecuencias apocalípticas.

El riesgo de cometer los mismos errores es máximo, sobre todo si no tenemos muy rotundamente claro quién o quiénes nos han llevado a cometerlos

Es justo que se les premie debidamente si finalmente va y resulta que aciertan. Si no es así, también será justo que se les reclame el daño y perjuicio que supuso el retraso por ellos provocado.

El próximo domingo, qué nervios, se cumplen 30 años de la firma de la creación de la ZAL de Valencia, tal y como subrayamos en el amplio reportaje que publicamos hoy.

Llegados a tan llamativo aniversario con la ZAL sin activarse, pese a estar lista desde hace años, habría que tener muy presente a quién le debemos que los vecinos del entorno de la ZAL hayan perdido, hasta ahora, unos mil millones en salarios.

No crea el amigo lector que es una tontería lo de dejar claro a quién debemos agradecer la miseria que trae la demagogia. Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando... qué es lo que hay en la zona del barrio de Nazaret donde antes había bases de contenedores.

Algunos de los que lucharon con todas sus fuerzas por echar a las bases de contenedores de la zona a finales del pasado siglo, para que que allí se ubicara más huerta, son los mismos que han luchado por anular la ZAL y paralizar la ubicación de una terminal de contenedores en la ampliación norte. Hubiera sido muy práctico, por tanto, que, en los solares que dejaron las bases de contenedores, hubiera esa plaquita que indicara... “gracias a Fulano y Mengano, se consiguió esta huerta, tras echar los contenedores.” El problema es que sería complicado ver la placa entre tanto y tanto rascacielos como se ha construido ahí.

No, no debemos olvidarles. El riesgo de cometer los mismos errores es máximo, sobre todo si no tenemos muy rotundamente claro quién o quiénes nos han llevado a cometerlos... otra vez.