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El Canal de Suez y la flota amarilla

  • Última actualización
    12 enero 2024 05:20

Llevamos unas semanas siguiendo con enorme interés los problemas de seguridad en el Mar Rojo que han derivado en la decisión de muchas navieras de suspender sus tráficos a través del Canal de Suez, para preservar la integridad de las naves y sus tripulaciones.

Todos recordamos perfectamente la crisis generada por el “Ever Given”, en marzo de 2021, al quedar encallado en diagonal y motivar la interrupción del tráfico por el canal y, con ello, generar incalculables problemas a las cadenas de suministro mundiales.

Actualmente el panorama no es optimista y es perfectamente posible que la situación actual se mantenga durante unas cuantas semanas y esto tensione los flujos comerciales entre Asia y Europa, demorando entregas, encareciendo los portes y provocando faltas puntuales de suministro.

El Canal de Suez se inauguró en 1869 y culminó el deseo de muchas civilizaciones, desde la época de los faraones, de unir el Mar Rojo con el Mar Mediterráneo. Los primeros canales de irrigación que se construyeron unían el rio Nilo con el Mar Rojo y en el siglo V a.c., el faraón Darío I culminó la construcción del primer canal navegable.

Después de la última ampliación, inaugurada en el año 2015, el Canal tiene una longitud de 193 kilómetros y se estima que el año 2023 habrá generado unos ingresos de unos 10.000 millones de dólares, que representan un 3% del PIB de Egipto, moviendo un 10% del comercio marítimo mundial, cifras que muestran la importancia que tiene el Canal para nuestro sector y la economía mundial.

El Canal se inauguró en 1869, y culminó el deseo de muchas civilizaciones, desde la época de los faraones, de unir Mar Rojo y Mediterráneo

La última vez que se había cerrado el Canal de Suez fue en junio del año 1967, con motivo de la Guerra de los 6 días, ya que se hundieron numerosos buques en los extremos del mismo. El cierre del Canal duró hasta el año 1975. A un grupo de 14 buques les sorprendió el inicio de la guerra mientras lo transitaban y quedaron atrapados en medio y obligados a anclar en una sección del mismo llamada Lago Amargo. Después de unos días de estancia, entendieron enseguida que la cosa iba a ir para largo y crearon una Asociación llamada GBLA (Great Bitter Lake Association) para organizar eventos, compartir recursos, economizar tripulación... Debido al color que iban tomando estos buques por las tormentas de arena se denominaron “The Yellow fleet”.

Durante estos 8 años, idearon sellos sin valor postal pero con un gran valor para los coleccionistas, coincidiendo con las Juegos Olímpicos de México, hicieron los suyos propios, organizaban regatas cada sábado... Las navieras iban reemplazando las tripulaciones con frecuencia, ya que la vida allí era sumamente aburrida, si bien no estaban exentos de riesgos, ya que la guerra árabe-israelí seguía su curso.

Al reabrirse el canal en 1975, las dos primeras naves que partieron fueron la “Ms Munsterland” y la “Ms Nordwind”, convirtiéndose en las únicas que han dejado el Canal por sus propios medios. A su llegada a Hamburgo los esperaba una multitud de 30.000 personas.

Al no haber ningún buque español no ha tenido mucha repercusión en nuestro país, pero se han realizado en Francia, Alemania e Inglaterra numerosos documentales y existen asociaciones de marineros que estuvieron en un momento u otro en los buques. Curioso, ¿a que sí?