Tras reflexionar la pasada semana, en este mismo espacio, sobre la conveniencia de ofrecer una candidatura unificada por parte de los empresarios, parece ser que en el encuentro entre empresarios y políticos que se llevó a cabo el pasado viernes, con la Cámara de Comercio como anfitriona, sí se consiguió presentar al President de la Generalitat Valenciana la demandada candidatura única. Hubo un urgente y certero ejercicio de diálogo que alumbró el solicitado acuerdo. Todo parecía indicar que la opción finalista podría ser refrendada en la reunión del Consell del pasado martes. Pocas veces ha habido tantos profesionales del sector, especialmente de la Autoridad Portuaria de Valencia, tan pendientes de las alertas de Diario del Puerto. No sonó el móvil, no hubo nombramiento, probablemente porque Carlos Mazón, president de la Generalitat, necesita unos días más para darle vueltas al molino. Más tiempo. Como si el tiempo en logística, precisamente en logística, no fuera importante.
Los profesionales de a pie, los que estamos sometidos al dictado de la empresa privada, no entenderemos nunca los plazos de chicle que manejan los políticos. No entendemos que cargos de la importancia de un presidente de una Autoridad Portuaria no se tengan pensados en cuanto uno se ve con posibilidades de llegar al poder. O, como tarde, en cuanto se llega al poder, o en el mes de agosto, o a principios de septiembre, como se comprometieron, máxime cuando el problema de la presentación de distintas opciones por parte de los empresarios consultados quedó resuelto el pasado viernes. Ya no hay excusa para la demora. Por tanto, este martes, en la nueva reunión del Consell, debería darse a conocer el nombre del nuevo presidente (permitan que no vuelva a conjugar el infinito abanico de géneros posible). Esto sería así si se considerara debidamente al sector logístico portuario y si el cargo de presidente de Autoridad Portuaria fuera lo importante que creemos.