Las ruedas de prensa, esos actos en los que una servidora se colaba a menudo para olisquear el ambiente y los ánimos, se suspendieron radicalmente a la primera de cambios con la llegada del Covid-19, lógicamente.
Desde entonces hasta ahora no hace falta que les explique los esperpentos de rueda de prensa telemáticas que se han ido sucediendo, ya no tanto por la opción, que es realmente buena, sino también por lasa capacidades de algunos interlocutores, ya me entienden.El caso es que esto de la desescalada ya ha comenzado a notarse también en el ámbito de la comunicación y ya se han convocado las primeras ruedas de prensa presenciales, con las evidentes limitaciones de aforo y la implementación de todo tipo de medidas de seguridad, lógicamente.Está bien eso de volver a la normalidad, se agradece. Pero ¿saben una cosa? Tendremos que sacar algo positivo de esta cuarentena y a lo mejor podemos conservar cosillas que no están nadal mal... porque el roce hace el cariño, sí... pero demasiado roce hace herida.Quizás, como siempre, en el término medio podemos encontrar la virtud de todas estas cosas.
