Me encanta mirar, observar y ver. Mirar no es observar y los que observan no siempre ven. Ayer, lo confieso, conecté en mi madriguera con el Desayuno Informativo de Diario del Puerto. Y vi el ambiente casi familiar que se crea en los eventos de Diario, quizás porque todos, aunque seamos miles, nos conocemos. Es como si estuviéramos una tarde de domingo de sobremesa, pero sin cuñado. Y eso, que es ciertamente entrañable, tiene una consecuencia magnífica: que los invitados, al sentirse a gusto, sueltan sus criterios abiertamente, sin filtros. Los asistentes al webinario salieron ganando. La otra cosa que me llama la atención es eso del poder de convocatoria. Tengo claro que, si algún día tengo algo que contar al sector, lo haré a través de Diario del Puerto. Hay datos que indican que un mismo invitado puede conseguir 700 inscritos si convoca Diario y 70 si convoca otro. ¡Ah, feliz cumpleaños!