En la eterna búsqueda de la fórmula perfecta que combine en los foros el interés de lo que se dice y el interés de quien escucha, el sector logístico anda en los últimos tiempos un tanto perdido.
Arrastrados por la corriente de la cultura líquida, pretendemos que las conferencias, congresos y mesas redondas sean como histéricos reels de Instagram donde con el dedo vamos pasando intervenciones sin dar tiempo a decir ni nada nuevo ni nada interesante.
Ponentes y más ponente se amontonan en mesas de apenas 15 minutos de duración donde a lo más que se llega es a un par de intervenciones de segundos, donde en el afán por condensar se cae en el defecto de generalizar y, sobre todo, que basta para cubrir el expediente y... todos al networking, que es lo que importa.
Por cierto, sobre los aquelarres wokes, pseudoformativos e infantiloides para la puesta en común de emociones y vivencias, mejor ni hablo.