Hay condicionantes políticos en unos casos y meramente empresariales en otros, para que determinados afamados gestores alcancen puestos de especial relevancia. Pero lo realmente importante no es cómo llegan, si no quién llega. El sistema portuario en España necesita gestión estrictamente empresarial. Sólo con eso será posible que nuestra logística aspire al desarrollo brutal al que puede y debe aspirar. En toda gestión empresarial hay dos aspectos que influyen directamente en qué se hace y en qué resultados se obtienen: los que están en nuestra mano y los que dependen de otros factores. La situación que vive la macroeconomía en la actualidad, con el petróleo regalado y China cayendo en picado, están generando una tormenta perfecta en el panorama global del mercado. Todo esto forma parte de ese tipo de factores externos que, si bien hemos de tener muy en cuenta, no es menos cierto que poco o nada podemos hacer ante ellos. Los buenos gestores habrán de tener muy en cuenta todo lo que pasa más allá del horizonte. Estar perfectamente informados de cómo va China, el IBEX, el bloqueo a Irán o el precio del petróleo. Tan necesario es esto como que luego se ganen el pan dedicando la mayor parte de su tiempo a gestionar lo mucho que, siempre, está en su mano. El sector y sus gestores, si lo son, han de vigilar constantemente la excelencia en el servicio, la productividad, el rendimiento que se le saca a cada metro de línea de atraque, las relaciones laborales, la sincronización de los equipos con los objetivos de la empresa, la planificación estratégica, inversiones en el tiempo y la envergadura adecuada, lo que hace bien la competencia, lo que hacemos mal nosotros... La lista es casi interminable. Un buen gestor sabe que es ahí donde realmente se gana su pan, actuando donde puede actuar, influyendo desde ahí en la cuenta de resultados. Apostamos a que las nuevas cabezas pensantes recién llegadas a nuestro sector conocen perfectamente que la clave de su éxito es acertar en lo mucho que está en su mano acertar, y conocer lo mucho que no está en su mano cambiar, pero sí tenerlo en cuenta para tomar decisiones. Lo que no puede hacer un buen gestor es focalizar más de la cuenta su atención en los factores externos ajenos a nuestra toma de decisiones. Tan cierto es que hay que tenerlos en cuenta como que lo realmente importante es centrarse en lo poco o mucho que nosotros podamos hacer. Hablar un segundo más de la cuenta de los problemas externos, nos distraerá en la búsqueda de soluciones internas. A nivel internacional, como digo, parece, según los expertos del mundo mundial, que hay peligro de una nueva borrasca. Pues bueno, pues vale, pues me alegro. Nosotros a gestionar los mimbres que tenemos en la logística española, que son muchos y son muy buenos. Además, ahora, más que nunca, tenemos gestores. No nos queda otra que pelear por los mejores resultados posibles a base de gestión logística de calidad, teniendo en cuenta que esos mejores resultados posibles pueden ser excelentes, pese a lo que se cuece por ahí fuera, y gracias a la gran gestión que se va a hacer en nuestra logística. ¿A que sí?