Se han estudiado tres alternativas que unen la boca sur del túnel de Serantes con la red ferroviaria del centro y este de Bilbao mediante trazados en túnel acompañados, en su caso, de duplicaciones parciales de la línea C2, y la alternativa propuesta consiste en una nueva variante de unos 12 km de longitud, de los que tres cuartas partes (9,17 km) discurren en túnel, y que tras atravesar los municipios de Ortuella, Trapagaran y Barakaldo, conecta con la red ferroviaria existente en el barrio bilbaíno de Olabeaga.El de la VSF es un proyecto largamente esperado por el Puerto de Bilbao y su comunidad portuaria, que persigue dotar de buena accesibilidad ferroviaria a un nodo logístico de primer orden como el puerto vizcaíno, así como definir una red para el transporte de mercancí́as, segregada en lo posible de la red de Cercaní́as en los principales núcleos urbanos, evitando el paso de las circulaciones del Puerto de Bilbao entre Ortuella y Barakaldo y con la consiguiente mejora en la explotación de las líneas de cercanías.El caso es que transcurridos los 30 días para la exposición pública del proyecto y una vez que el pasado jueves concluyera el plazo para la presentación de alegaciones, éstas no se han hecho esperar. Podría decirse incluso que el proyecto ha generado una fuerte oposición institucional y social en Bizkaia, poniendo de acuerdo a ayuntamientos, partidos políticos, asociaciones vecinales y colectivos ecologistas en el rechazo a un trazado cuya construcción requerirá de una inversión de unos 310 millones de euros y que, insisto, presenta tres cuartas partes de su longitud soterrada. Junto a los municipios de Abanto-Zierbena, Ortuella, Trapagaran, Barakaldo y Bilbao, el Gobierno Vasco y diferentes colectivos sociales han presentado sus respectivos escritos de alegaciones en los que principalmente se plantea, entre otras correcciones, el soterramiento del trazado previsto a su paso por Ortuella y por el bilbaíno barrio de Olabeaga.Se trata, en todos los casos, de planteamientos legítimos y fundamentados que no persiguen otra cosa que mejorar, o al menos no empeorar, la calidad de vida de los ciudadanos que podrían verse perjudicadas por el paso de los trenes de mercancías por los núcleos urbanos, y despejar de futuras hipotecas el desarrollo urbano de las zonas afectadas. Sin embargo, tratándose de una infraestructura tan demandada, tan necesaria, no sólo para el Puerto de Bilbao y su comunidad portuaria, sino para el tejido económico y social al que sirven, y a pesar de que el proyecto es mejorable en los puntos que las alegaciones indican, sorprende la virulencia con la que algunos de estos municipios y colectivos han respondido en público a la propuesta de Fomento, utilizando términos como "inaceptable", "atropello", "disparate" o "barbaridad".Parece que no hay cosa más fea, molesta y peligrosa que un tren de mercancías. De ahí que todo el mundo se ponga de acuerdo en soterrar el tren y las mercancías, allá por donde pasen. Según la RAE, "soterrar" es "Enterrar (poner debajo de tierra); Esconder o guardar algo de modo que no aparezca". Que no se vean. Olvidarlas para luego, eso sí, reclamar sus réditos.