Ello estaría propiciando, por otra parte, una nueva era de colaboración entre individuos y comunidades como nunca antes se había visto, y que está afectando desde el papel que deben jugar los Gobiernos hasta el modo de hacer negocios, creando las condiciones adecuadas para la expansión del comercio mundial y a su vez, para el desarrollo de los servicios de transporte y logística necesarios."El mundo es plano" resuena como un mantra a base de repetir una y otra vez "verdades" como que vivimos en un planeta globalizado, que las fronteras ya no importan y que la externalización a economías emergentes como India y China es un fenómeno imparable. Thomas Friedman, columnista del The New York Times e improvisado economista, la utilizó en 2005 para titular su libro, "The world is flat", y el mantra adquirió la categoría de "veritatis immutabilis" no sólo entre las elites políticas y empresariales, sino, por contagio, en numerosas capas de la sociedad que no presentan resistencia ante las ofensivas dialécticas del pensamiento neoliberal.Es cierto que la convergencia de la tecnología y los acontecimientos que permitieron a la India, China y muchos otros países formar parte de la cadena de suministro global de servicios y manufacturas, han dado pie a creer en el éxito y la universalidad de la globalización. Y con ello, a creer a pies juntillas en este "aplanamiento" que nos obliga a adaptarnos y a correr más rápido en un mundo habitado por leones y gacelas.El mundo es plano... pero no tanto. Frente a la tesis, generalmente aceptada, que planteaba Friedman en 2005, el economista indio Pankaj Ghemawat, profesor en la Stern School of Business de la New York University y en el IESE Business School de Barcelona, ha aportado datos que demostrarían que sólo el 2% de todas las llamadas telefónicas en el mundo son transnacionales; sólo el 9% de las inversiones son globales; sólo el 15% de todos los amigos en Facebook son extranjeros; menos de un 20% del tráfico de datos en Internet es entre países y las exportaciones suponen apenas un 20% del PIB mundial. Globalización sí...pero no tanto. Según Ghemawat, el ritmo de globalización no es tan rápido y el nivel general de la conectividad global aún no ha vuelto a su máximo histórico de 2007. Ese es el mensaje del informe "Índice de Conectividad 2014 de DHL", elaborado por el propio Ghemawat, quien sitúa el nivel de globalización entre un 10% y un 20% y habla de un mundo "semiglobalizado". Preguntado por si no era contradictorio que un líder global como DHL hubiera encargado dicho informe a un escéptico de la globalización como él, Ghemawat contestó: "Si el mundo ya estuviera conectado, DHL no podría pregonar el papel que juega para conectar el mundo". Ni DHL ni ninguna otra compañía logística. Porque de eso se trata. De conectar los países y las personas. Porque el mundo aún no es plano.