Dijo Ivorra: “Hemos asistido a una intervención clásica y típica de la ministra”, lo que fue suficiente para que en la mesa de prensa, con las libretas vacías de titulares, estallaran los murmullos de asentimiento, pues la disertación que ayer llevó al Foro la ministra no solo tuvo el mismo guión que todas y cada una de las intervenciones de balance de la legislatura que lleva haciendo desde comienzos de año, sino que además quedó privada de cualquier mensaje en torno a los asuntos que su departamento aún tiene pendientes.Por tanto, la sensación real es que ya sí, de una vez por todas, en Fomento se ha echado el cierre a la legislatura, que lo que está pendiente seguirá pendiente y que de aquí a diciembre sólo queda administrar el presupuesto y licitar, construir y, por supuesto, inaugurar, con el presidente Rajoy más activo que nunca. Las próximas citas de relevancia serán las del nuevo AVE a Palencia y León y la del nuevo puente sobre la Bahía de Cádiz.La sensación de punto y final quedó reforzada por el auditorio que acompañó a Pastor, donde destacaba sobremanera la mezcla de dinosaurios y de cargos redivivos, de esos que asoman por las esquinas cuando cada cuatro años hay que repartir el pastel.Ciertamente, la nómina de ex-ministros, ex-alcaldes, ex-consejeros autonómicos, ex-diputados, ex-consejeros delegados del IBEX y ex-maridos y aún maridos (que también los había) fue ayer apabullante, aunque llamaba aún más la atención el que la mayoría de ellos ya no estén para reengancharse, sino más bien para intentar no perder contacto con la vida real y desterrar ese insoportable vacío que en la jubilación o la prejubilación se ceba con quienes disfrutan siendo el centro de la vida pública.La esclavitud de mostrarse perdura, se esté en el mercado político o ya no se esté. Hay que dejarse ver, con o sin peluquín, con o sin “just for men”, con o sin unas cuantas decenas de kilos de más, en la inconsciencia de que es realmente ahora cuando viven bien, aunque sigan echando de menos desayunos de protocolos imposibles. La mesa presidencial de ayer, sin ir más lejos, tenía más diámetro que el “Halcón Milenario”. Cuestión del encaje.Hubo que soportar ayer también la empalagosa e innecesaria hagiografía que la ministra Tejerina le dedicó al inicio como presentación a Pastor, algo que, por humildad y pudor, debería prohibir todo presentado a su presentador; e, igualmente, hubo que hacer a la ministra las preguntas de rigor que, fiel a su mismo rigor, doña Ana contestó sin contestar, es decir, en su línea “clásica y típica”.Afortunadamente, entre bambalinas hubo oportunidad de confirmar que las máscaras de la prudencia ya están formalmente quitadas en la reforma de la estiba, que queda como cuestión pendiente para el Gobierno que surja en la próxima Navidad.Aunque les parezca mentira, este poder decir de una vez que la reforma de la estiba se aplaza me parece que aporta estabilidad. Este desquiciamiento de medias verdades de las últimas semanas no beneficiaba a nadie.