Es obvio que la noticia no dejó a nadie impasible el martes a primera hora, cuando se hizo público el acuerdo entre ambas partes. Y no lo hizo, entre otras cosas, porque TCB se había logrado mantener como el único grupo de terminales internacional de origen español y porque, además, sus terminales en los puertos españoles no solo son algunas de las pioneras en el sector, como es el caso de la del Puerto de Barcelona, sino que han sido también de las más importantes por volumen de negocio.La noticia generó comentarios durante toda la semana -¡Y los que continuará generando en las próximas!-, dividiéndose la mayoría entre los que lamentaban esta venta, ya que el grupo, en tanto que único español con terminales por el mundo, constituía un indudable orgullo para aquellos a los que les gusta postularse como defensores del orgullo patrio, y entre los que ponían sus miras más allá e intentaban calibrar los beneficios que la entrada de un gran grupo internacional iba a suponer para los puertos españoles que cuentan con una terminal de TCB.Es indudable que la entrada de APM Terminals en puertos como el de Barcelona va a suponer un paso adelante importante en el negocio del transporte marítimo de contenedores porque son también innegables las potencialidades y sinergias que tiene el que es el principal conglomerado marítimo-portuario del mundo.Pero si la noticia era de sumo interés para la industria marítimo-portuaria española no lo es menos otra que está pasando más desapercibida por estos lares, pero que en Asia es la comidilla desde hace semanas: la integración de China Shipping y Cosco.Los rumores de esta fusión se iban haciendo cada vez más fuertes a medida que avanzaba el verano y el pasado 10 de agosto llegaba la confirmación no oficial, al anunciar ambas su suspensión de la cotización en bolsa.Dicha operación, que se espera larga y compleja, se realiza bajo los auspicios del Gobierno chino. Y parece que ambas compañías tienen un plazo de tres meses para diseñar un plan de unificación.De lo que no hay duda es de que la integración de los activos del negocio de transporte de contenedores de ambos grupos cambiará el escenario del transporte marítimo internacional.Cosco es, en la actualidad, la sexta naviera mundial por capacidad de transporte, con algo más de 864.000 TEUs, lo que representa el 4,3% de la flota mundial, según la consultora Alphaliner. China Shipping, por su parte, ocupa la séptima posición de este ranking, con cerca de 704.500 TEUs de capacidad, un 3,5% de la flota mundial. La fusión entre ambas navieras supondría, por tanto, la creación del cuarto operador de transporte marítimo de contenedores del mundo, con una capacidad de transporte de 1,5 millones de TEUs, el 8% de la capacidad global, situado solo por detrás de APM-Maersk, MSC y CMA CGM. Es obvio que la unión de ambas empresas tendrá implicaciones no solo en el sector naviero internacional sino también en los puertos de todo el mundo.