A estas alturas del año, metidos de lleno en una de las etapas más críticas de doble velocidad, no solo es que las noticias comienzan a escasear, es que la neurona, por lo menos la mía, está a punto de colgar el cartel de cerrado por derribo, como diría el ubetense universal.Para evitar ese cierre indefinido, los periodistas de Diario del Puerto nos propusimos hace ya algunos años dar un pequeño descanso (merecido o no) a esta sección de opinión. Es un ejercicio de autocrítica que nos obliga a parar, respirar, repasar y volver a respirar para regresar con más fuerza en el mes de septiembre. Ya ven, es todo cuestión de "erres".Como en años precedentes, durante el mes de agosto Diario del Puerto dejará de editarse en papel hasta el día 1 de septiembre, jornada en la que volverán a recibirlo físicamente en sus despachos.Y eso es lo único que cambia en agosto, el papel. Por lo demás, Diario del Puerto sigue estando plenamente activo a través de su página web (diariodelpuerto.com), informando diariamente de todas las noticias que acontecen en nuestro sector.De la misma forma, todas las mañanas los suscriptores recibirán un correo electrónico con las principales noticias del día y, si la actualidad lo merece, también se activará el sistema de alertas exclusivo para suscriptores.Para poder cumplir con nuestro cometido informativo, Diario del Puerto mantiene en guardia a parte de su equipo de Redacción, por lo que pueden contactar con nosotros a través del medio habitual. Estaremos al otro lado, como siempre.Tenemos la sensación de que damos vacaciones a esta sección y hay muchos asuntos que se han quedado "pendientes de retomar después del verano", y es verdad, pero la realidad es que dentro de muy poco tiempo, menos del que nos imaginamos, ya estaremos de vuelta.También es posible, a la experiencia nos remitimos, que hay quien aprovechará los meses estivales para lanzar noticias a las que no le conviene demasiado jolgorio mediático. Es probable, por ejemplo, que algún nombramiento portuario se efectúe bajo el amparo del letargo y la pesadez que provoca la canícula sobre los cerebros de los humanos. Pero también estaremos allí, no se preocupen.Como quiera que la actualidad nos obliga, emplazamos para otra semana otras cuestiones de una importancia extraordinaria y que están llamadas a inundar las páginas de los periódicos en los próximos meses (estiba, elecciones generales, etc.)Si usted es de los que ahora regresa de sus vacaciones, le rogamos que mantenga el chiringuito debidamente atendido; si se marcha ahora, intente disfrutar al máximo que se avecinan meses intensos. Y si ni una cosa ni la otra, no olvide que nos acordamos de usted y le deseamos que pronto se integre en alguno de los grupos vacacionales típicos. Seguro que va a tener suerte.