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Los cien días de gracia

Muchas fueron las voces que pusieron el grito en el cielo cuando, el pasado 24 de mayo, la candidatura de Barcelona en Comú, encabezada por Ada Colau, resultaba ser la lista más votada para el ayuntamiento de Barcelona en las elecciones municipales.

  • Última actualización
    28 septiembre 2018 18:02

Y muchos los que se rasgaban las vestiduras cuando se oficializó la toma de posesión de la nueva alcaldesa y su equipo de Gobierno. A muchos les va eso de poner la venda antes que la herida y tienen una tendencia innata a augurar problemas venideros que al final nunca acontecen. Agoreros que gustan de predecir desgracias y situaciones complicadas, viendo solo la parte negativa de las cosas y aportando muy poco para hacer resaltar lo positivo.Es una norma de corrección no escrita dar a los políticos sus 100 días de gracia para ver cómo actúan, cómo se desenvuelven, analizar cuáles son sus primeras decisiones y observar en qué sentido van sus primeras declaraciones. En el caso de la señora Colau, muchos logísticos auguraban, nerviosos, una política del ayuntamiento totalmente contraria a los intereses del sector, unas actuaciones que, a buen seguro, dinamitarían el trabajo realizado en los últimos años por instituciones como el Puerto de Barcelona. De momento, y como por otra parte era de esperar, nada de eso ha sucedido. Es más, en estos primeros cien días de gracia -lleva exactamente 44-, si alguna declaración han hecho desde la alcaldía ha sido en favor de la actividad logística de Barcelona. Muestra de ello ha sido el comunicado emitido hace pocos días desde el ayuntamiento en el que la alcaldesa de Barcelona lamentaba que el ministerio de Fomento haya iniciado las obras del tren lanzadera entre el centro de la ciudad y el Aeropuerto del Prat antes que los accesos ferroviarios al Puerto de Barcelona. Colau aseguraba que antes que la lanzadera había otros asuntos pendientes "más urgentes y prioritarios en materia de infraestructuras". Y tenía razón la señora Colau. Pero la ministra de Fomento demostraba otra vez que estos accesos, ni están ni se les espera, al menos por el momento. Por enésima vez, Ana Pastor, o algún portavoz de su cartera, aducía problemas técnicos como excusa para no iniciar las obras pero no deja de ser extraño que llevemos meses con estos problemas técnicos y no seamos capaces de hallar una solución. Y menos cuando se trata de unos pocos metros de vía, como no han dudado en explicar ante los medios de comunicación en diversas ocasiones la propia ministra y otros altos cargos de Fomento.Pero esta no ha sido la única ocasión en la que el nuevo equipo de Gobierno del ayuntamiento barcelonés ha defendido la importancia de la actividad logística para la ciudad y para todo el conjunto de Catalunya. El gerente de Empresa y Empleo del consistorio, Albert de Gregorio, en su reciente intervención en la presentación del nuevo vuelo de TAM entre la capital catalana y Sao Paulo puso el acento tanto en las mercancías como en los pasajeros. De Gregorio dejó claro que el gobierno municipal de Barcelona respalda las iniciativas dirigidas a fortalecer el papel de la ciudad como puerta privilegiada del comercio y del transporte de mercancías.No parece, por tanto, que el nuevo equipo de gobierno de la ciudad de Barcelona tenga intención de dinamitar la actividad logística. Sería de majaderos, y una auténtica memez, morder la mano del que te da de comer. Y la logística, no lo duden, es uno de los sectores que da de comer a Barcelona. Por suerte, el turismo no es el único. Aunque muchas veces lo parezca.