En el ámbito del transporte de mercancías por carretera, la máxima de la ministra en toda la legislatura y para la mayoría de los asuntos abordados ha sido y es no hacer nunca nada que vaya en contra del sector, no aprobar nunca medidas que encuentren el rechazo del colectivo empresarial, en definitiva, una especie de consenso sin apenas condiciones, donde, en cuanto Fomento o el Gobierno va a mover un dedo, si el transporte alza la voz, como diría aquel juego de nuestra infancia: “¡Pies quietos”.Hay que admirar esta defensa irredenta de Pastor de los postulados empresariales, que ha ido desde la aprobación de la LOTT con el desengrasante de la acción directa, hasta la conversión del plan de desvíos en una prueba piloto voluntaria, pasando por la congelación de la euroviñeta, de las 44 toneladas y ahora, ojalá, de ese esperpento que puede llegar a ser suprimir las condiciones de acceso a la profesión.No podemos decir que la posición de Pastor, aunque lo parezca, sea la más cómoda. Ponerse del lado del débil no es nada sencillo, máxime cuando al otro lado están los guindos y los montoros hambrientos y voraces, mientras les afilan los cubiertos las constructoras, las distribuidoras de gran consumo, las concesionarias y demás grupos de interés.Ahora bien, con este posicionamiento incondicional la ministra a veces nos sustrae el debate e, incluso, se sustrae del debate.Está muy bien, cuando hay que tomar posición, ponerse del lado del sector, pero así sólo generamos coyuntura y no cultura logística, así sólo repartimos pan para hoy pero no garantizamos el alimento del mañana, así sólo polarizamos la batalla en positivos y negativos pero no entramos de lleno en el debate ni fijamos una posición personal y política, que es lo que va a marcar el devenir en el futuro y va a determinar qué país o qué logística construiremos.Ya sabemos que Pastor está del lado del sector pero eso, repito, es coyuntural, porque por desgracia ella es coyuntural.Por eso necesitamos porqués como sector, de cara a la opinión pública y al Gobierno. Necesitamos argumentos en defensa de los postulados del sector logístico y no sólo que los plantee el propio sector, sino también quien dice estar al lado de sus intereses.No se puede seguir sólo en lo políticamente correcto del “estoy al lado del sector”. La opinión pública y el resto de miembros del Gobierno deben escuchar de viva voz los argumentos de Fomento, no los posicionamientos irredentos.¿Nos vamos a quedar sin saber cuál es el modelo de tarificación de las infraestructuras en el que cree Fomento? ¿Nos vamos a quedar sin saber cuál es el modelo de acceso al transporte por carretera en el que cree Fomento,? ¿Nos vamos a quedar sin saber cuál es el modelo de estiba portuaria que defiende Fomento?En verdad, en muchos casos nos vamos a quedar sin ver cómo desde el Ministerio se defienden y enarbolan postulados y argumentos, obviando un debate necesario que siga construyendo pilares esenciales para los futuros gobiernos. Si queremos defender al sector, empecemos a plantear argumentos y dejemos a un lado la táctica para ganar tiempo del posicionamiento irredento.