Efectivamente, como recordarán, las dificultades surgieron en el momento en el que confluyeron los intereses de los trenes de pasajeros y los de mercancías. General Motors necesita componer trenes de 550 metros para hacer rentables los envíos, lo que supone que los trenes no pueden acceder a los apartaderos (sensiblemente más cortos). Ante esta situación, y teniendo en cuenta que los trenes con coches no pueden superar en esta conexión los 80 kilómetros por hora, la fricción con los trenes de pasajeros era inevitable.La solución propuesta ahora por Adif es bastante simple y consiste en adelantar casi media hora la salida de los trenes de mercancías, de esta forma se consigue un surco en el que las composiciones pueden circular a 80 kilómetros por hora sin afectar a las líneas de pasajeros.Es evidente que ha existido voluntad de solucionar el problema, como también está bastante claro que la presión por parte de asociaciones empresariales, APV e incluso políticos, ha influido decisivamente para que la maquinaria se pusiera en marcha para buscar soluciones.Ahora bien, haríamos un flaco favor a la economía y a la competitividad de las regiones si volviéramos a caer en el silencio y la oscuridad pensando que el problema está solucionado. Gran error. Solo se ha puesto un parche.Es necesario que instale cuanto antes el sistema de comunicación tren-tierra (entre el maquinista y el puesto de control de mando) para hacer factible la circulación de trenes en horario nocturno; hay que mejorar diversos tramos de la vía, eliminar pendientes, crear apartaderos, favorecer la libre competencia en el sector del transporte ferroviario de mercancías generando igualdad de oportunidades para los nuevos operadores...En definitiva, como decía la pasada semana, se trata de apostar directamente por el desarrollo del transporte ferroviario, sin medias tintas, sin parches y sin complejos.Unos días antes de las pasadas elecciones municipales, este Diario publicó un reportaje en el que se analizaban las propuestas de los diferentes partidos políticos en materia de transporte e infraestructuras. Si en algo coincidían todos ellos era en la necesidad de desarrollar el transporte ferroviario de mercancías en España, más allá de la consecución de los famosos corredores que atraviesan el país, que forman parte de la filosofía.Si las voluntades se transforman finalmente en realidad, será un buen momento para celebrar que se ha producido un cambio de la mentalidad logística. Dentro de poco tendremos oportunidad de comprobarlo.