Hace pocos meses en Valencia se celebraba con gozo que General Motors comenzara a utilizar la línea férrea Zaragoza-Teruel-Valencia para transportar su producción con destino a la exportación hasta el Puerto de Valencia.Después de un periodo de pruebas y de algunos ajustes en determinadas estaciones, la firma automovilística optó por este trazado frente al que estaba realizando hasta la fecha (por Tarragona).Recuerdo perfectamente las palabras del responsable de logística de general Motors que se comprometía a seguir utilizando la conexión por Teruel, "siempre y cuando fuera eficiente y rentable". Como es lógico, por otra parte.Ya sea por falta de eficiencia o por escasa rentabilidad, lo cierto es que General Motors habría decidido volver a hacer la ruta por Tarragona descartando la aventura por Teruel, según informó ayer el Periódico de Aragón.Al parecer la longitud de los trenes empleados (550 metros de longitud) estaba interfiriendo en los trenes de pasajeros que utilizan los mismos surcos. Dicho de otra forma, a día de hoy la línea no dispone de apartaderos lo suficientemente grandes como para albergar un tren de mercancías de 550 metros (de 700 ni hablamos). Ciertamente, si no existe la posibilidad de alternar la vía con garantías, lo más probable es que en un momento determinado y según las circunstancias confluyan mercancías y viajeros en tiempo y espacio, por lo que ante la duda gana el pasaje. No hay otra.No sé ustedes, pero cada vez tengo más claro que los nuevos operadores ferroviarios y todos aquellos que tratan de internarse en este mercado, son una suerte de aventureros altruistas e idealistas totalmente entregados a la causa ferroviaria, porque de lo contrario no se entiende que sigan soportando los agravios de un sector que no ha resuelto su monopolio, las promesas incumplidas de políticos de todos los colores y el bochorno de no poder responder a las exigencias de los clientes.¿Se imaginan la impotencia que puede llegar a producir que te tumben meses de gestiones y negociaciones por un problema totalmente ajeno a tu voluntad? Seguro que sí.Lo nuestro, de verdad, no hay quien lo arregle. Nos dejamos la voz reclamando que los corredores ferroviarios pasen del papel a la realidad y que se realicen las gestiones necesarias para conseguir la carga... pero esta tampoco es la solución. ¿De qué sirve tener una potente industria dispuesta a mover sus mercancías por un trazado determinado si, a la hora de la verdad, no puede hacerlo?Si anhelamos una red ferroviaria de mercancías potente y adecuada, capaz de ser alternativa y complemento a los medios de transporte actuales, lo único que se puede hacer es crearla, sin parches, sin demoras, sin mentiras y con todo el presupuesto que sea necesario. Si no es así, dentro de veinte años seguiremos lamentando y recordando lo que pudo ser y no fue.