Barrunta “Radio Macuto” que los cambios también afectarán a Fomento y que la “crisis de gabinete” se llevará en volandas, que no por delante, a la ministra Pastor, que saldría del Gobierno camino de una misión aún más complicada que resucitar a ese muerto financiero que era su actual ministerio.Ana Pastor sería promocionada a secretaria general del Partido Popular, en sustitución de Dolores de Cospedal, confirmando que en los momentos más delicados todo líder se refugia en su guardia pretoriana.En medio de un partido dividido, atenazado y con la losa de la corrupción sepultando los éxitos de la recuperación, Pastor aportaría a la gestión del PP ese perfil recio, austero, honorable y de máxima confianza del presidente, capaz de mantener al partido unido, renovar la imagen y poner a todos a trabajar sin descanso con el único objetivo de lograr algo más que salvar los muebles en las elecciones generales de finales de año.Todo puede ser y el impacto en Fomento sería mínimo. Allí ya está todo el pescado vendido y llevan haciendo balance desde enero. En cualquier caso, también juraron los corrillos hace años que Magdalena Álvarez se iría a Málaga de candidata a alcaldesa y que José Blanco diría adiós arrastrado por el “caso Campeón” y, al final, ni tan siquiera hubo amagos, y es que ya saben que lo importante en política a veces no es acertar, sino simplemente “comentar”.El lunes, durante la toma de posesión del nuevo director general de Aviación Civil, algunos creyeron ver un cierto ramalazo de despedida en la petición expresa de la ministra de que todo su equipo posara junto al nuevo cargo, aprovechando, además, la presencia del ministro de Justicia y otrora su mano derecha como secretario de Estado.Otros también han apuntado que Pastor estaría en capilla y que por eso al final prefirió ayer no inaugurar el SIL. Vaya a usted a saber.Un SIL 2015 en el que ya estamos de lleno y que, tras el despertar del año pasado, debe servir para confirmar el estado de la economía en general y del sector logístico en particular y ayudarnos a calcular si la salida de la crisis será lenta, muy lenta o lentísima.Otro tema diferente es el de saber si la recuperación del propio SIL igualmente será lenta, muy lenta o lentísima, debate en el cual me parece de interés introducir la reflexión apuntada la semana pasada por el director general de SITL París, la segunda feria logística de Europa.Le pregunté a Alain Bagnaud por el elemento clave diferenciador de SITL con el SIL y, lejos de tirar por la facilona estrategia de márketing de la globalidad, de la internacionalidad y del quién es el más grande, el director general de SITL resaltó que el 80% de los expositores de cualquier feria logística del mundo son locales y que el hecho diferencial de estar presente en cada una de esas ferias es el mercado local y hacer negocios con él.En este contexto, ahora que parece que todo va a repuntar, no estaría de más desterrar definitivamente las obsesiones precrisis de ser “el más” y volcar los esfuerzos en que el SIL sea un dinamizador inmejorable de su mercado local, es decir, un motor comercial insustituible para el impulso de la España logística.