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Google Ports 

Ni Google Earth, ni Google Maps, ni Google Lab, ni Google Drive, ni Google Mail, ni Google me-da-lo-mismo-qué. Sin embargo, ¿qué tal Google Port? ¿Cómo les suena? No pinta mal, ¿verdad? ¿Saben que el término Google Port no existe? Hasta ahora, que lo acabo de inventar. Lo he comprobado en Google haciendo un clic.

  • Última actualización
    28 septiembre 2018 18:34

Confieso que siento ahora mismo un impulso irrefrenable de salir corriendo hacia la oficina de patentes y marcas más próxima (consultaré en Google cuál me pilla más a mano) para registrar el nombre Google Ports si no fuera porque tengo que terminar antes este artículo y para cuando lo haga ya se me habrá pasado el calentón. Supongo que la clave del éxito en la vida es saber cuándo tomar las decisiones: ¿en caliente?, ¿en frío?... Un conocido mío de Bilbao tuvo un calentón parecido, allá en los albores de Internet, y le dio por registrar dominios web tipo metrobilbao.com, athleticbilbao.com, etc., etc. Lo hacía como quien toma un rehén en una partida de rol y juega a pedir rescates. Le llevaron a juicio varias veces pero logró hacerse con un pequeño capital con el que montó una productora que perpetraba ese tipo de cine con muy poco diálogo pero mucha acción. Ya me entienden...El caso es que uno no sabe cuándo ni cómo se le van a presentar las oportunidades. Digamos que hay que estar en el lugar y en el momento justo. Y darse cuenta de que la oportunidad pasa al lado para ir a por ella o dejarla pasar. Al norte de Holanda hay un lugar llamado Eemshaven, donde se ubica el puerto del mismo nombre, que por lo visto está en el lugar preciso y la oportunidad le fue a visitar en el momento indicado. Como ya se publicó el pasado jueves en este Diario en el reportaje "Porque Rotterdam no lo es todo en Holanda", Google ha elegido el Puerto de Eemshaven, azotado por el viento del Mar del Norte, para ubicar en él un Centro de Datos para el mantenimiento de sus servidores en el que va a invertir 600 (seiscientos) millones de euros, lo que para el puerto y la comunidad a la que sirve, es un auténtico premio gordo. Admito que en mi visita al Puerto de Eemshaven, no me resulto sencillo asimilar ni la cuantía de la inversión ni comprender qué demonios pintaba Google como concesionario de un puerto. "Piensa que con la energía que consumes con 100 clics en el buscador de Google, puedes planchar una camisa", me dijo Robert vanTuinen, Energy Port & Data Port manager de Groningen Seaports. A partir de ahí, yendo de lo micro a lo macro, uno comienza a comprender la nueva dimensión que están tomando algunos puertos europeos, bendecidos, eso sí, por unas condiciones climáticas (bajas temperaturas del agua del mar, parques eólicos onshore y offshore, mix de diferentes energías, etc.) que los convierten en auténticos hubs para la generación y distribución de energía. Y ya se sabe que quien posee la energía, posee el poder. Y si la energía es verde, poder con futuro. Google, que lo sabe todo, también sabe que el futuro está en las energías verdes y renovables. Y que los puertos, además de cumplir una función clave para el comercio internacional, son lugares estratégicos para la generación, almacenamiento y distribución de energía. No podemos vivir ya sin Internet, sin Google, sin energía, sin puertos... que en este nuevo paradigma, tienen mucho que decir. Si un día Google marca el número de su Autoridad Portuaria, póngase al teléfono y conteste, no se vaya a arrepentir. Que las oportunidades no se sabe nunca cuándo ni cómo pasan a nuestro lado.