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ZAL "returns"

Les hablaba la pasada semana de las presidencias de las autoridades portuarias como más que probables monedas de cambio ante el nuevo escenario de fuerzas políticas en las diferentes comunidades autónomas.

  • Última actualización
    28 septiembre 2018 18:36

Como conclusión, el sector reclama que la política se aleje cuanto más mejor de los asuntos propios de la logística como método infalible para que la cosa siga funcionando más o menos bien, o para no terminar de estropearlo todo. Y si está máxima es aplicable a los altos cargos, no hace falta que les cuente lo necesario que es que los asuntos del día a día queden exentos del repelente filtro político y el mediático generalista que llevan asociado.En Valencia, acostumbrados como estamos a quemar fallas, se ha iniciado una campaña mediática para que el posible gobierno tripartito de izquierdas revierta los terrenos de la ZAL y "recupere" la huerta en esa zona. Es decir, partirse la cara con SEPES para fundirse 65 hectáreas de terreno ya urbanizado.Lamentablemente la historia de la ZAL del Puerto de Valencia no es excesivamente brillante y después de muchos años de enfrentamientos se urbanizó la zona, aunque apenas hubo tiempo para comercializarla ya que una resolución del TSJ de la Comunitat Valenciana declaró nulo el plan especial modificativo del PGOU de Valencia para el desarrollo de la ZAL del puerto. Resumiendo muy por encima: un defecto de forma obligó a tramitar de nuevo toda la documentación, que es lo que se está haciendo ahora.El caso es que entre unos y otros nos hemos encargado de que el Puerto de Valencia sea el único recinto portuario de los grandes de Europa, del Mediterráneo o del mundo que funciona, y bien, sin una ZAL asociada a él.Que el Puerto de Valencia haya evolucionado como hasta ahora y siga creciendo, es un argumento que esgrimen los detractores de la ZAL para cuestionarse su necesidad real y "exigir" que el terreno vuelva a convertirse en huerta, la misma que se degrada, no se protege y está desapareciendo en otras zonas de Valencia.Me temo que vamos a tener tiempo para hablar, y mucho, de la relación puerto-ciudad. Que el futuro alcalde de Valencia asegure que "hay que hacer valer los intereses de la ciudad frente al puerto" es una afirmación que me transporta décadas atrás y me hace pensar que hay algún capítulo que se ha perdido porque, le guste o no, la historia y los intereses de Valencia y su puerto son convergentes e incluso comunes. Diría más: inseparables.Exigimos responsabilidad política para gobernar sobre estos asuntos y apelamos también a la madurez del lector para que no se deje llevar por informaciones sesgadas o enfocadas unidireccionalmente.Creo que no es momento de cuestionarse la necesidad de la ZAL. El debate ya se cerró y quedó claro que, efectivamente, es una condición sine qua non para que el puerto siga creciendo y ganando eficiencia con el único propósito de, no lo olviden, servir al tejido económico.Si nos cerramos en el cortoplacismo, efectivamente, no se detecta una necesidad imperiosa, pero ustedes como yo saben que en este sector las cosas cambian de hoy para mañana, sin más.Quizás es momento de preguntarse por la cantidad de riqueza y puestos de trabajo que no se han podido generar por la paralización incomprensible de una ZAL ya preparada para funcionar. ¿Saben dónde están instaladas ahora las multinacionales que en su día quisieron establecerse en la Zona de Actividades Logísticas de Valencia? No busquen muy lejos y hallarán.