Y es entonces, absorto frente a la pantalla de tu smartphone, cuando te preguntas dónde quedó aquelló de la libre circulación de personas y de mercancías, de capitales y ese largo etcétera de libertades y derechos prometidos (de las obligaciones preferimos olvidarnos) cuando la itinerancia de voz y datos, lo que llamamos roaming, está sujeto a tarifas en el propio territorio de la UE. El fin de las tarifas roaming en Europa tenía fecha ya marcada, el 15 de diciembre de 2015, pero llegará más tarde. No debe ser fácil para los Gobiernos hincar el diente al poderoso lobby de las telecomunicaciones, que no se cansan de repetir que en este mercado existen diferencias entre compañías y entre tarifas que fomentan la competencia, haciendo que una eventual supresión del roaming afectaría a dicha competencia. Su supresión, dicen, provocaría una distorsión del mercado. Amén.El caso es que la Comisión Europea trabaja para presentar antes de fin de año una revisión del paquete legislativo que regulará el transporte por carretera en Europa. Como se puso de manifiesto el pasado sábado en Donostia en la Asamblea General Anual de Guitrans, el sector se enfrenta a la "competencia desleal que están ejerciendo empresas multinacionales y empresas deslocalizadas, que utilizando autónomos y conductores de otras latitudes están tirando los precios de transporte de una manera inasumible para las empresas que trabajan con conductores y autónomos de aquí". La diferencia de costes sociales es tan importante, dice la patronal guipuzcoana del transporte de mercancías por carretera, que es imposible competir. "Una empresa de aquí con cinco camiones que se instala en Rumanía se ahorra al año 130.500 euros".Enfrentar a nivel comunitario el dumping social procedente de los países de la antigua Europa del Este y adaptarse al futuro modelo de movilidad integrada son los dos objetivos de una reforma cuya redacción la CE debe abordar de forma urgente porque ahora y en función del origen del conductor y la radicación de la empresa hay diferencias de coste por año y camión de hasta 60.000 euros entre países que se supone integran un mercado único. La movilidad que caracteriza el sector ha llevado a la deslocalización de no pocas empresas y un adelgazamiento del empleo y el número de profesionales, empresas y vehículos que necesita una respuesta inmediata a nivel comunitario.Las iniciativas unilaterales que algunos países como Francia, Bélgica o Alemania están adoptando para proteger sus mercados no son la solución. De hecho, la normativa alemana para exigir un salario mínimo a las compañías de transporte cuyos camiones atraviesen el país ha dado origen al inicio de un procedimiento de infracción por parte de las autoridades comunitarias. ¿Lo harán también con las operadoras de telefonía a cuenta del roaming? Pregunto.