Ayer mismo escuchaba hablar a Joaquín Nieto, director de la oficina en España de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el transcurso de la II reunión tripartita de seguimiento del Convenio OIT sobre trabajo marítimo celebrada en Valencia y aseguraba que "por encima de todo el sector marítimo son personas". Esa es la clave.Cuando hablamos del Puerto de Sagunto, soy capaz de personalizar los muelles y de poner cara, nombre y apellidos a una infraestructura tan impersonal.Me perdonarán los más veteranos, pero ya hace tiempo que el prometedor futuro de este recinto portuario se está cimentando sobre personas todavía jóvenes y con una extraordinaria proyección profesional. Me refiero por ejemplo a Juan Miguel Bernat, Rafa del Moral, Paco Moreno, Teresa García, Ignacio Montolío, Jorge Alonso, Manuel Gil... puntas de lanza de una extensa lista a la que directamente pido disculpas por no citar.Pero si resulta injusto personificar, quizás lo sea más no recordar el trabajo que durante años han realizado y realizan sobre este puerto cientos de empresarios y autoridades portuarias, muchísimas veces de forma anónima y muy pocas otras reconocida.Quisiera que se me entendiera bien. No trato de citar a nadie de forma gratuita, lo que vengo a transmitir es que hoy, cuando pienso en el puerto de Sagunto, me vienen a la cabeza determinadas personas con un perfil muy concreto, profesionales muy bien preparados y plenamente involucrados e implicados en el desarrollo de este recinto portuario.Creo que es una buena sensación para el futuro de un puerto obligado a crecer a la sombra de su hermano mayor y muchas veces condenado al olvido.Allí se están haciendo muchas cosas y bien. Pueden echar un vistazo a la entrevista de hoy con Rafael del Moral, pero también pueden echar mano de hemeroteca y buscar las inversiones y la proyección de otra empresa como InterSagunto, por ejemplo, e incluso pueden darse un paseo por la riba y comprobar las muy buenas iniciativas que han tenido los empresarios liderados por SESASA en materia de prevención y seguridad de riesgos laborales.Es un puerto en constante transformación, con una polivalencia en crecimiento que está obligando a los estibadores a redoblar esfuerzos en formación y a empresarios y autoridad portuaria a inventar soluciones inverosímiles para dar respuesta a la creciente demanda del mercado.Unos aprovecharon la crisis para lamentar el panorama de los muelles vacíos y los efectos de la recesión sobre los tráficos cautivos, otros se dedicaron a trabajar y a imaginar un futuro diferente. Y aquí se sitúan el Puerto de Sagunto y toda su comunidad logístico-portuaria.Es una lástima que todo este trabajo y proyección se pueda quedar en nada gracias a la inevitable condena hacia la que nos lleva la inexistencia de un acceso ferroviario. Es necesario no dejar de reivindicar esta infraestructura; no nos lo podemos permitir.