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Picaresca mandarina

Si alguna vez han visitado un establecimiento regentado por chinos, y no finjan que no han entrado en un todoacien en su vida que me enfadaré, han podido comprobar como les acompañan en su viaje por esos pasillos atestados de productos de toda índole. En principio, se podría suponer que están ahí por si no encuentras algo en medio de ese maremágnum pero, en verdad, están ahí porque no se fían de que te vayas de la tienda sólo con lo que has abonado. Esta técnica de acoso al comprador, es práctica habitual en China. 

  • Última actualización
    28 septiembre 2018 18:51

Al menos, así lo sentí el pasado verano cuando disfruté de unos días de vacaciones en el gran país de Oriente. Lo bueno es que pude comprobar in situ como esta técnica de vigilancia intensiva era efectuada en mi persona y en todo aquel que osara entrar en el ultramarinos, la tienda de todoayuan o una boutique. La cuestión no es que no se fíen de ti, particularmente, es que la picaresca, esa que creemos tan española, es universal y cuando el hambre aprieta, el ingenio y la mano larga, se exacerban. Les hablo de picaresca porque ayer salió a la luz un nuevo caso de esos que si te dicen que es la sinopsis de la nueva peli de Liam Neeson y Jaume Collet-Serra, te lo crees. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil detuvo ayer a una treintena de personas que integraban una red dedicada a la importación masiva de mercancías desde China que no pagaba los impuestos de entrada a España, es decir, los impuestos en Aduana y el IVA. Además, hay otras 47 personas imputadas por delitos también muy de película: blanqueo de capitales, contra la hacienda pública, contra los derechos de los trabajadores, contrabando, pertenencia a organización criminal y falsedad documental. En total, los agentes efectuaron 65 registros domiciliarios en Madrid, Barcelona y Valencia. Dirán lo que quieran, pero de aquí sale un guión de Arma Letal, Jungla de Cristal o Torrente, si nos vamos a la versión castiza. Pero si la operación se llama "Snake", por favor...La trama, que blanqueaba sus propios activos a través de una compleja red de testaferros, no hacía nada que no se hubiera hecho antes. Una y mil veces, en uno y mil países. Pero lo que más toca la moral, es que la Administración, esa que nos tiene a todos controladísimos, no ponga los recursos, que los tiene si quiere, a controlar este tipo de delitos. Ahora salta ésto, estupenda la labor de los investigadores, por cierto, pero ¿qué está pasando a diario por las aduanas del país? Si los controles en aduana se pudieran realizar con la colaboración de todos los países de la Unión Europea, otro gallo cantaría. Si todos los miembros de la UE estuvieran por la labor de colaborar en vez de competir por la mercancía con uñas y dientes, saldrían a la luz todas esas toneladas en B que llegan a Europa en los miles de contenedores que a diario se cargan y descargan. Si todos nos creyéramos el proyecto Europa y la política económica fuera la misma para todos, para todos -subrayo-, cada puerto podría, cumpliendo con las medidas pactadas por los países europeos, paralizar cada contenedor que una vez izado pesaba más de lo previsto en su documentación. Porque mira que es sencillo. Se acabarían los sobrepesos en las grúas de las estibadoras, en las plataformas de los camiones, en las bodegas de los buques mercantes. Todo lo que entrase en la UE estaría jugando con las mismas reglas de la competencia limpia del libre mercado. Porque, señores, por el momento, está práctica sólo está llevando a la mala imagen del transporte y a que gane siempre el mismo: el ladrón.