Sin embargo, tras asistir en los últimos años a los principales eventos del sector en Europa, uno tiene la sensación de que el peso específico de España, su importancia en el concierto logístico europeo, no tienen un equivalente en las ferias internacionales. Si juzgamos con un mínimo de autocrítica, evitando la autocomplacencia, caeremos en la cuenta de que estas ferias proyectan a menudo la imagen de una España encogida, sostenida eso sí por un apoyo institucional siempre necesario pero que no oculta la insuficiente representación de expositores privados, aunque su oferta sea de calidad.España está saliendo aún de una crisis económica que ha tenido un fuerte impacto y el tamaño de las empresas logísticas españolas es otro factor que condiciona su promoción internacional. Pero no cabe duda de que poseen sólidos argumentos para presentar al mercado europeo una oferta competitiva y de calidad y de que sus esfuerzos de internacionalización han dado frutos muy positivos. Sin embargo, ello no pudo ser visualizado en toda su dimensión en una feria que, como Transport Logistic Múnich, llevó al salón a más de 55.000 visitantes y a 2.050 expositores de 62 países, según hizo público ayer la organización.Por lo que al capítulo de visitantes se refiere, no hemos mejorado. Al contrario. Si en 2013, según Messe München, España ocupó el puesto 11 del ranking de países por número de visitantes (no aporta cifras concretas), en 2015 no se hace referencia a España ya que queda fuera de las doce primeras posiciones. Rumanía es el país 12. Hubo, por tanto, más visitantes rumanos en Múnich que españoles. Sin embargo, por lo que al número de expositores se refiere, España escala dos puestos, pasando del décimo al octavo en la clasificación por países.Pero siendo España el quinto país europeo en volumen de negocio logístico, cabría esperar una mayor respuesta por parte de la empresa privada, más aún cuando es el segundo país exportador de Europa, sólo superado por Alemania, tal y como recordó en Múnich el presidente de Puertos del Estado, José Llorca. Es importante y necesario que los puertos españoles, bien junto a Puertos del Estado o en stands promovidos por sus respectivas comunidades autónomas (esto también podría ser objeto de otro debate) muestren su potencial como infraestructuras facilitadoras del comercio. Sin embargo, sigue echándose en falta la presencia en Múnich, tanto como expositores o visitantes, de un mayor número de profesionales de empresas españolas. Y más en un momento en el que la internacionalización y las exportaciones son elementos dinamizadores de la economía española, tal y como en Europa también se percibe. Múnich bien vale una feria. Es mi sensación, aunque no es muy compartida. Es más, a la gran mayoría parece ser que no se le ha perdido nada en Múnich. Pero como ciudad, al menos merece la pena. ¿No?