A primeros de mes nos sorprendieron las declaraciones de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz acusando a Puertos del Estado de retirar el proyecto de la nueva terminal de contenedores del Puerto de Cádiz ante la UE, lo que a la postre suponía la no incorporación del proyecto en el Fondo de Desarrollo Regional de la Unión Europea. Es decir, que el proyecto se queda sin dinero europeo. Todo pareció ser un malentendido producido por las declaraciones a destiempo de un portavoz europeo. O no. Porque al final, los rumores se multiplicaron y, con la cantinela de las elecciones de fondo, el cruce de acusaciones entre los portavoces de los distintos partidos políticos convirtió en verdad algo que ahora queda en la penumbra. Así, por ejemplo, la secretaria general del PSOE de Cádiz, Irene García, lamentaba "la insólita e inexplicable retirada" por parte del Gobierno central del proyecto de la nueva terminal, y señalaba esta decisión como "la mayor manifestación del abandono, de la discriminación y de la infamia que caracterizan la relación de la derecha con esta tierra". Toma. ¿Lo más grave? Que estas declaraciones se hacían cuando Puertos del Estado ya había desmentido que hubiera sido el Gobierno el que había retirado el proyecto, y que la AP de Bahía de Cádiz hubiera confirmado que trabajaba con Puertos del Estado, su interlocutor ante el órgano de gestión de los Fondos Europeos, en la actualización del análisis de costes y beneficios del proyecto, de cara a justificar la viabilidad y rentabilidad de la nueva terminal de contenedores.Por otra parte, la semana pasada se conoció el fallo del Tribunal Supremo que, atendiendo a un recurso de WWF-Adena, anula las disposiciones del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir que hacen referencia al dragado de profundización del río. Según el Tribunal, esta actuación (ampliar el calado del río de 6,5 a 8 metros) no está "justificada". ¿Cómo? Pero si la Autoridad Portuaria de Sevilla ha estado vendiendo el proyecto, hablando de la llegada de más buques y otorgando un nuevo valor añadido al enclave... Por el momento, los agentes económicos y el propio puerto se resisten a que no se realice el proyecto y argumentan que cumpliendo la DIA todo irá bien. Esperemos. Por ahora la inestabilidad que supone no saber qué pasará comienza a palparse entre las empresas. Y no hablemos de las ayudas recibidas... Si no se realiza el dragado... ¿Qué?Por si fuera poco, el Puerto de la Bahía de Algeciras confirmó el viernes que sus tráficos de contenedores han caído un 14% en los dos primeros meses del año. Pese a las gestiones comerciales realizadas por el equipo de la APBA, no hay duda de que están peleando, y mucho, por recuperar las líneas que a finales del pasado año tomaron otros rumbos, el descenso de contenedores no ha podido mitigarse en el cómputo global y el tráfico total del puerto andaluz se ha situado en los dos primeros meses del año en 14,8 millones de toneladas de mercancías, un 3,8% por debajo el volumen registrado en 2014. Temporales y la inexistente actuación para solventar los problemas de la conexión ferroviaria del enclave, sin duda, han ayudado a la caída. Esperemos que los tráficos huidos al sur, atraídos por los precios bajos, regresen a Algeciras en busca de la calidad perdida.
