Si en aquella ocasión los discursos de ambos estuvieron trufados de reproches, el pasado jueves, durante la jornada que tuvo lugar para evaluar la marcha del proyecto Clyma del Corredor Mediterráneo, el conseller catalán mostró su lado más suave y conciliador y felicitó al Gobierno del Estado español, que no a Puertos del Estado, por su compromiso con la conectividad ferroviaria de los puertos, en una clara alusión a la luz verde dada por el ministerio de Fomento a la construcción de los nuevos accesos ferroviarios al Puerto de Barcelona, compromiso que el propio Vila concretó con la titular ministerial algunos días antes.También José Llorca optó por la cordialidad y evitó temas espinosos o, si los tocó, como es el caso del fondo de conectividad portuaria, lo hizo en tono conciliador y destacando los aspectos más positivos para el lado catalán.Pero comportamientos más o menos conciliadores aparte, si les tengo que ser sincera la jornada sobre el Clyma no cumplió con mis expectativas. Cuando se llevan ya vividas unas decenas de conferencias en torno al ferrocarril la verdad es que se espera que en la siguiente haya algo de garra, de nervio, algo más de chicha, por parte de si no todos, sí alguno de los presentes. Y, sobre todo, se sigue echando en falta que en estas jornadas, conferencias, encuentros o como gusten ustedes llamarlos, estén presentes, y hablen largo y tendido, los que van a subir, o no, la carga al tren.Políticos y administraciones públicas son figuras recurrentes en estos actos dedicados a la promoción del ferrocarril como modo sostenible para el transporte de mercancías. Y está bien porque en el estado en el que se encuentra el ferrocarril, con la infraestructura en construcción, el sector público es vital. Pero se sigue echando en falta al sector privado. Tanto en la palestra como en la platea.Y miren que el jueves en Barcelona estaban los máximos responsables del Corredor Mediterráneo en Europa. Sí, los que aprueban o no la carta a los reyes magos. Los que deciden dónde poner el dinero y para qué. Los que dibujan el Corredor del futuro y luego hacen los presupuestos para convertir ese dibujo en una realidad.O sea que aquellos del sector privado que critican el funcionamiento del tren, que no están de acuerdo con cómo se están haciendo las cosas en esto del Corredor, los que consideran que se están tomando decisiones erróneas y los que argumentan que esto del Corredor es una desorganización total en la que hay muchas más luces que sombras, todos ellos perdieron la oportunidad el jueves de hablar cara a cara con los que van a poner el dinero para hacer la infraestructura. Me gustaría que un día, al entrar en una conferencia sobre el ferrocarril de mercancías, la mayoría de los presentes fueran cargadores. Y, además, que les oyera decir claramente qué es lo que necesitan, qué piden y qué es lo que está mal y lo que está bien en toda esta historia. Dicho lo cual, tengo que felicitar al señor José Ramón Obeso, de la UOTC, por su intervención en la jornada del Clyma: corta, directa, amena y, sobre todo, diciendo las verdades de forma clara y meridiana.
