Estoy totalmente de acuerdo. Quien no conoce su empresa (y hablo de saber bien cuáles son los secretos, defectos y virtudes de tu proyecto) poco podrá hacer cuando se plante ante un mercado global voraz como el actual. Además, la debilidad puede convertirse en virtud si se conoce de antemano y se sabe reaccionar a tiempo. Si nos guiamos con ignorancia, con escasez de miras y con la seguridad de contar con esa verdad absoluta que muchos creen poseer, mal vamos. Difícilmente se alcanzarán los objetivos o se sobrevivirá.Por eso, cuando ayer la Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios anunció que quiere impulsar un pacto por la sostenibilidad de los tráficos portuarios no pude hacer otra cosa que decir: olé, han dado el primer golpe en la mesa, quieren colaborar (insisten en ello y no es la primera vez) y, lo más importante, quieren que se conozca la verdad de las cifras.Hay que reconocer que han sido muy astutos, listos que dirían algunos, porque han sabido adelantarse a denunciar una necesidad evidente del sector, la han hecho suya, y, al mismo tiempo, han propuesto una salida que les engrandece: saber la verdad de su actividad, aunque las cifras puedan no serles favorables. Es más, han conseguido distanciarse, de nuevo, de las empresas terminalistas, esas que les exigen más competitividad a través de la productividad y la reducción de costes salariales, que se han quedado patidifusas al ver como, los supuestos principales causantes de la pérdida de tráficos portuarios, proponen conocer la realidad a través de la elaboración de un estudio de costes en operativas de contenedores. Para hacerlo solicitan la colaboración de las terminalistas, las autoridades portuarias y Puertos del Estado. ¿Creen que habrá alguien que no se suba al carro de la propuesta? Pero si es lo que todo el mundo quería, ¿no? Conocer a ciencia cierta qué cuesta un contenedor en España, para luego poder comparar con otros puertos europeos o africanos. Y por si fuera poco, los estibadores insisten, lo han dicho en múltiples foros (incluyendo la semana pasada en el encuentro con los empresarios valencianos en el foro propuesto por el Propeller Club de Valencia) en voz de su principal representante, Antolín Goya, su objetivo es conseguir que no se marche ni un solo contenedor de los puertos españoles. Por lo tanto, siendo que las necesidades están claras y los objetivos son los mismos tanto para las empresas, como para Puertos del Estado, autoridades portuarias y estibadores, las soluciones al problema de competitividad acuciante del sector portuario español están a la vuelta de la esquina. ¿No? La información veraz nos hará libre así que, señores, no tengan miedo, participen en el estudio de costes en operativas de contenedores con transparencia y sepamos porqué las navieras se marchan a otros puertos, no vaya a ser que nos estén diciendo medias verdades.