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Ministra de puertos

Debo reconocer que he perdido la cuenta de las veces que la actual ministra de Fomento, Ana Pastor, ha visitado un puerto español. No estoy hablando de la calidad de las visitas, la oportunidad o de sus resultados, simplemente me refiero a los números.

  • Última actualización
    29 septiembre 2018 01:27

Y si otros ministros de la misma cartera, del mismo color o diferente, han sido duramente criticados desde estas páginas por su casi total indiferencia hacia nuestro sector, justo es reconocer ahora que Ana Pastor lleva camino de convertirse en la ministra de los puertos o como mínino, como la que ha mostrado una sensibilidad más concreta, aunque se traduzca en visitas.El caso es que ayer por la tarde Ana Pastor volvió a dejarse caer por segunda vez en el Puerto de Valencia. El motivo de la visita era la rúbrica definitiva para la cesión de los terrenos de la Dársena Interior (propiedad de Fomento) a la ciudad de Valencia.No obstante, y bien movidos los hilos entre asesores y protocolos, la ministra aprovechó para realizar una visita previa a las instalaciones portuarias, concretamente a la terminal de contenedores de Noatum.Intenten pensar por un momento la cantidad de mensajes que debió recibir la ministra durante su breve estancia en la terminal. Sí, seguramente tendrán las mismas dudas que yo.Tengo la certeza de que entre esos mensajes bien dirigidos, la ministra fue bombardeada con la importancia de los puertos para la economíay con la necesidad de seguir dotándolos de conexiones y herramientas para ser más competitivos. También sé que el Puerto de Valencia supo ayer defender y justificar su posición de liderazgo y se mostró ante la primera autoridad del sector como referente nacional y modelo a seguir.Lo que ya no tengo muy claro es si se aprovechó el momento para recordar algunos asuntos pendientes y alertar de las nefastas consecuencias que pueden acarrear si no se solucionan cuanto antes.Tampoco sé si alguien tuvo a bien advertir a la ministra de que no todos los puertos españoles viven en el mismo aparente oasis que Valencia y que el futuro, por más que queramos pintarlo de otra forma, sigue siendo muy incierto y preocupante para todos.Quiero pensar también que el Corredor Mediterráneo fue un asunto tangencial en este encuentro y que se centraron los esfuerzos en seguir profundizando en la fórmula adecuada para ganar la batalla del mar en tierra.Entiendo que, en definitiva, estas visitas tienen mucho de protocolo y quizás no es el momento adecuado para plantear muchas cuestiones. Pese a todo, me consta que la APV, con su presidente Rafael Aznar al frente, no se dejó ayer en la recámara ninguno de los muchos asuntos pendientes y preocupantes que actualmente merodean alredor del sector logístico-portuario.Quizás, y aprovechando que Ana Pastor tiene cierta querencia hacia los puertos, habría que consensuar y modular algún mensaje que, a fuerza de ser repetido en todos los puertos españoles, acabe por ser asumido como propio.¿Algún ejemplo? Hablemos de estiba, eficiencia y competitividad. No está mal para empezar.