Menú
Suscripción

¿Somos o no profesionales?

Como principio, soy partidario de que exista competencia, pero con matices. Como ocurre con nuestra política nacional, brilla por su ausencia aplicar una lógica a las cosas.  Aún conscientes de ello nos quejamos sin hacer nada por cambiar el rumbo. Ya va siendo hora de que nos pongamos de acuerdo este reducido colectivo que nos hemos especializado en atender y manejar las cargas de proyecto en todas sus variopintas formas, involucrando posiciones distintas al simple CIF-CFR que no conllevan complicaciones.

  • Última actualización
    29 septiembre 2018 01:27

Los aludidos no podrán negar que desarrollar una logística y cotización conlleva tiempo y esfuerzo, a veces gasto directo,  amén de hacer imperar un know how determinado,  movilizando los contactos corporativos, en ocasiones personales.Muchos somos peticionados por las empresas X, Y o Z solicitando cotizaciones para transportar gran cantidad de mercancías, en su mayoría pesada y muy sobredimensionada bajo las condiciones Incoterm más enrevesadas posibles, desde y hacia puntos remotos según el país y ubicación en cuestión. Vaya, lo típico y característico en los llamados “Project cargo shipments”. Que si estudios de ruta, valoraciones de permisos especiales, grúas en obra, fletamento ad hoc, más martingalas, suma y sigue sin olvidarnos de cómo imponen pagar estos servicios. No somos ni bancos ni entidades financieras, al igual que éstas tampoco se dedican al shipping.Hasta ahí todo casi normal. Lo absurdo e ilógico es que nos volcamos profesionalmente en brindar soluciones, se cotizan todas las fases de las operaciones plasmadas en detalle en magníficas ofertas, asumiendo ciertos riesgos, y todo ello con absoluta gratuidad. Somos unos memos. ¿A santo de qué regalamos nuestra sapiencia sin valorar y repercutir al interesado un “fee” acorde a la complejidad del estudio, que previamente deberíamos advertir al peticionario?Abogo por llegar a unos acuerdos que se cumplan, que sirvan ante todo para hacer valer nuestras gestiones así como nuestras empresas. Es bien sabido que no todas las ofertas nos son adjudicadas o incluso prosperan, pero el trabajo ingrato se ha realizado sin compensación.¿Acaso nuestras empresas nos remuneran solo por saber hacerlo sin que cerremos una operación? Desde luego no es mi caso, no estamos para dar lecciones gratuitas. A través de nuestra asociación (ATEIA) u otro tipo de acuerdo gremial, se deberían redactar y hacer públicas unas tarifas mínimas que compensen el servicio prestado. Dice el estribillo de la canción “if I were paid 1 dollar for every song I wrote”, pues eso, no están los tiempos para regalar nuestro tiempo y esfuerzo. Demasiado hemos hecho enseñando nuestra especialización sin recibir nada a cambio, ni tan siquiera lealtad al servicio.