Hoy 17 de abril tampoco me consta, mea culpa si es el caso, el cumpleaños de ninguno de ustedes, queridos lectores, al tiempo que la world wide web asevera que sí parece ser que cumplen años un puñado de gente que se supone que es famosa, conocida o trascendente en alguna parte del globo terráqueo. Ahora bien, entre todos ellos la única que me “suena” es Victoria Beckham, esa hierática esfinge del posmodernismo chic que estoy convencido de que la última cosa que se le ocurriría leer en su vida es un periódico especializado en logística. Por tanto, tranquilos, no es mi intención ganarme el aprecio de la señora de “Sir David” ni esto tampoco va hoy de “japiberdeis”.Por último, de tal día como hoy 17 de abril muy poquito ha trascendido de lo que dicen los libros de historia. Pasar han debido pasar cosas, no cabe duda, pero algo como para tener motivos para celebrar así, de modo general, no parece. Podríamos destacar la firma en 1492 de las Capitulaciones de Santa Fe, que recogen los acuerdos alcanzados entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón relativos a la expedición a las Indias hacia occidente y en el que, entre otros beneficios, se le otorgaba a Colón el nada desdeñable privilegio del derecho a recibir la décima parte de todas las mercancías obtenidas en la empresa. Tal vez si esta cláusula hubiera pervivido con los siglos la logística hoy sería otra y habría algo que conmemorar. Pero no es el caso. Por cierto, el otro hecho trascendente en tal día como hoy que he encontrado es la toma de posesión como presidente del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hace nueve años. Así es que, lo dicho, lo de felicitarles tampoco va por la senda de las efemérides.Tiene que ver con la celebración hoy, impulsado por el Centro Español de Logística (CEL), del Día de la Logística, una incipiente iniciativa en la cual creo que es necesario a partir de ahora la implicación de todo el sector por la trascendente finalidad que comporta.Sí, ve la luz este Día como un modesto pero trabajado acopio de eventos, actos y jornadas que, tal vez, ahora mismo no vayan más allá de reforzar a nivel intrasectorial la trascendencia de la misión encomendada.En todo caso, estamos ante una excelente oportunidad de regar esta semilla y, de forma coordinada y solidaria, poco a poco implicar a todos los eslabones de la cadena y, ante todo, a la Administración para convertir esta jornada, sea el día que sea el que anualmente se institucionalice, en una fiesta reivindicativa, un potente instrumento para trasladar a la sociedad la trascendencia ineludible del sector en la economía y en el correcto desarrollo de la cotidianeidad, logrando que cale el mensaje; para demandar las mejoras correspondientes y la consideración indiscutible como sector económico estratégico; y para celebrar con orgullo la pertenencia a la cadena de suministro y felicitarse sin complejos y en hermandad por ser logísticos, por construir logística, por multiplicar el desarrollo, la riqueza y el bienestar. Lo dicho. ¡Feliz Día de la Logística!