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A "meneallo"

No son tiempos como para esconder la cabeza y mirar de reojo a la espera de que pase la tempestad sin que nos afecte demasiado.

  • Última actualización
    29 septiembre 2018 01:35

Esta posición, prudencia dirían algunos, es propia de quien desea permanecer en su trono con cimientos de barro, consciente de que la mejor forma de hacerlo es pasar desapercibido, hacer poco ruido y no destacar por nada, ni para bien ni para mal.Esta tibieza, lícita aunque cuestionable en el ámbito privado, se torna del todo inaceptable en el plano de lo público y dudosa, como mínimo, cuando se trata de organismos de representación empresarial.Recuerdo haber utilizado esta misma columna, justo cuando la crisis cayó encima de nosotros como una enorme losa, para recordar el papel fundamental que debían jugar las asociaciones a favor de sus empresas en la nueva coyuntura económica.Efectivamente, se trataba de espolear a estos grupos para que no cayeran en el letargo y en la tentación del "no meneallo" y adquirieran un papel protagonista en forma de reivindicaciones y acciones encaminadas a favorecer la supervivencia de sus empresas.Ha pasado suficiente tiempo como para comprobar cuál es el papel que están jugado muchas de las asociaciones citadas. Aunque sea injusto centrar el análisis en una sola de ellas, más lo sería generalizar sin aterrizar, por lo que la omisión, en este caso, no debe entenderse como caso contrapuesto al del ejemplo, sino más bien como una fórmula para arañar unas cuantas líneas. Nada más.La Asociación Naviera Valenciana, por ejemplo, emprendió en su día el camino de la acción directa. La creación de diversas comisiones de trabajo en función de las necesidades del momento, el estricto seguimiento de sus resultados y la invitación a implicarse en la solución y análisis a otros colectivos o administraciones, fueron acciones que poco a poco han dado sus frutos. Todo, además, aderezado con una nueva política de comunicación que, como mínimo, ha ido aportando un poco de luz a la oscuridad.Han sido la inquietud y la responsabilidad de representar los intereses de un gran colectivo los motores que han puesto en marcha esa dinámica. Esa misma fuerza motriz ha sido la que ha llevado a la Naviera a detectar carencias en el sector de cruceros y activar otro nuevo grupo de trabajo permanente dedicado a estudiar y canalizar propuestas de mejora.Ya sé que la creación de grupos de trabajo es un arma de doble filo, porque durante años se ha pensado que los problemas se solucionaban dedicándoles uno de estos grupos, y los hemos tenido de todos los tamaños, gustos y colores.En efecto, la validez de estas comisiones de trabajo debe valorarse a la sombra de los resultados conseguidos. No obstante, y teniendo en cuenta la situación de la economía y las miserias que viven muchas empresas, es bueno ahora que las asociaciones ejerzan su papel, se muevan e intenten aportar soluciones. La mayor parte de las asociaciones de nuestro sector, afortunadamente, gozan de buena salud.