Era un secreto a voces que se oía desde hace meses y que la compañía confirmaba hace unos días: su mayor barco, y el mayor buque de cruceros del mundo, llegaba por fin a Europa, después de permanecer en el Caribe desde su botadura, a finales de 2009.La llegada del "Oasis of the Seas" supondrá, sin duda, un hito importante en la historia de los cruceros en Europa ya que supone un interesante reto desde el punto de vista operativo y logístico -tanto por las dimensiones del buque como por la cantidad de gente que acarrea, así como por los volúmenes ingentes de la más diversa mercancía que el buque necesita a diario-. Además de la confianza que demuestra Royal Caribbean en el mercado europeo, ya que no es nada fácil llenar un buque en el que caben más de 6.000 pasajeros.Pero la llegada a Europa del "Oasis of the Seas" supondrá, además, una significativa muestra de la confianza que esta compañía tiene en España ya que serán cuatro puertos de este país los que puedan alardear de haber tenido en sus muelles al mayor crucero del mundo: Barcelona, Málaga, Palma de Mallorca y Vigo. Algo que no vaa pasar en ningún otro país europeo.Pero si la escala del "Oasis of the Seas" en cuatro puertos ya es de por si un premio gordo para España, la guinda del pastel la pone el hecho de que la compañía haya elegido como puerto principal para sus operaciones a Barcelona, que ejercerá de puerto base del buque.Algunos de estos puertos recibían hace escasas semanas en Miami, durante la celebración de la principal feria de cruceros del mundo, la confirmación final de ser los elegidos por Royal Caribbean. Sin embargo, la confidencialidad demandada por la naviera, que quería hacer el anuncio a bombo y platillo, hacía imposible que la noticia se pudiera dar en aquel momento. Pero las caras sonrientes, y las murmuraciones sobre que el año 2014 iba a traer algo muy bueno hacían presagiar que pronto se conocería una noticia que, sin duda, ha sido impactante para la industria de cruceros española.Puede que el año próximo el "Oasis of the Seas" no haga muchos viajes por Europa y solo pase alrededor de un mes por nuestros mares, pero el gesto de Royal Caribbean trayendo aquí el barco es, por si solo, destacable. Aparte de que su estancia aquí, con los buenos resultados que la industria crucerística europea espera conseguir, puede abrir sin duda la puerta a una nueva etapa de crecimiento del sector en este área, con la llegada de los mayores y más modernos buques de esta y otras navieras. Algo que permitiría a Europa en general y al Mediterráneo en particular acercarse un poquito más a ese Caribe que, hasta no hace mucho, se veía lejano e inabordable pero que en los últimos tiempos se va acercando más y más.